El juicio entre el excaptaz de la comunidad de montes de Meira, Breogán del Río, y la directiva de esta entidad, por el que el extrabajador pretende que se considere nulo su despido del pasado mes de junio, comenzó ayer.
Tras un retraso la pasada semana, se celebró la vista oral y la juez tomó declaraciones a los testigos aportados por las partes.
El demandante presentó una grabación sonora de la reunión en la que fue despedido, que fue aceptada por la juez. Pretende demostrar que la decisión de prescindir de sus servicios fue por problemas personales y no por pérdidas económicas, como alega la Xunta de Montes.
En el juicio la directiva se habría ratificado en las pérdidas económicas, señalando que de los tres trabajadores con los que contaba la cuadrilla, Breogán del Río era el que menos tiempo llevaba en la misma, por eso fue el despedido.
El abogado del demandante aludió a que no se han ejecutado ni vendido varias talas de árboles previstas en el plan de ordenación del monte para los años 2016 y 2017, así como otras talas aprobadas en asamblea. Alega que estas talas supondrían a la comunidad de montes unos ingresos de más de 250.000 euros, lo que daría beneficios a la entidad.
La gestión del proyecto de cría de cabras y el número de crías fallecidas también fue otro asunto que salió en el juicio. El demandante había asegurado que, entre otros problemas, la directiva le retiró las atribuciones de capataz y le apartó presuntamente del proyecto de cría de cabras.
Testigos
Otro de los trabajadores de la cuadrilla acudió como testigo del demandante. La directiva, por su parte, presentó como testigos a la tercera trabajadora, así como al tesorero de la entidad.
Tras una última fase del juicio en la que cada abogado presentará su alegato final y sus conclusiones, el caso quedará visto para sentencia. El fallo judicial puede prolongarse varios meses, según calculan desde la parte demandante.
