Abanca comenzó ya a vallar las zonas por las que se entra de forma clandestina a la nave principal de Massó. Pero al mismo tiempo que se realizaba este trabajo, la Policía Local ya encontró a siete jóvenes dentro de las instalaciones. Según fuentes municipales habían llegado hasta la nave con la intención de curiosear, no con la de llevarse nada, porque nada llevaban para poder acumular material. Además, los jóvenes indicaron al guardián de la nave los lugares por donde habían accedido.

Queda puesto de manifiesto que nada más tapar un hueco aparecen varios nuevos, que es casi imposible tener cerrado a cal y canto la nave, donde se alberga gran cantidad de chatarra, donde se incluye material del Prestige. El concejal de Urbanismo del Concello de Cangas, Mariano Abalo, manifestó esta semana que la propiedad, Abanca, tenía intención no solo de vallar, sino también de colocar cartelería para que quedara constancia de que estaba prohibido el paso y existía riegos evidente para las personas. Pero lo cierto es que apenas días después de que un joven turco cayera de 4 metros de altura y quedara encerrado, los jóvenes siguen entrando para curiosear en su interior.