El excapataz de la Comunidade de Montes Veciñais de Meira ha presentado una demanda contra este colectivo, al que él también pertenece como comunero y del que fue directivo, por un presunto "despido con vulneración de derechos fundamentales".
El juicio está fijado en el Juzgado de lo Social de Vigo para el próximo lunes 9 de enero y en su demanda el antiguo capataz reclama que se declare la nulidad del despido, condenando a la comunidad de montes a su inmediata readmisión en el puesto de trabajo con el reintegro de todas las funciones inherentes al mismo.
Exige también el abono de los salarios de tramitación que le correspondían desde el despido, a razón de 58,43 euros por día desde el 22 de junio de 2017, cuando fue despedido y hasta que se produzca la readmisión. El excapataz pide también una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados en una cuantía de 10.000 euros.
Sobre esta denuncia, Breogán del Río explica que fue contratado como capataz para la cuadrilla del monte comunal de Meira el 13 de marzo de 2013. Además, con la última renovación de la junta rectora, asumió las funciones de secretario "e me encarguei durante moito tempo, na práctica, das funcións tamén do tesoureiro, por iso sei que é mentira o argumento de perdas económicas para xustificar o meu despido", argumenta. Permaneció en la directiva durante un año y medio, cuando ya habían comenzado los problemas laborales con otros responsables de la junta de montes, según explica.
Asegura que los problemas comenzaron con el tesorero y que guardan relación con el avance del pionero proyecto de cría de cabras que puso en marcha la comunidad de montes de Meira. "Ao iniciar ese proxecto comezaron os problemas e as tensións. Foi un acoso laboral. Ao comezo pensaba que o presidente me apoiaba pero despois non foi así", explica.
En compañía de otro trabajador de la cuadrilla, el demandante señala que cuando se enrareció el ambiente "me invitaron a deixar á directiva e aceptei para adicarme exclusivamente ao traballo de capataz. Pero seguiron os problemas e me foron quitando funcións", argumenta.
De las tres personas que integraban la cuadrilla de montes comunales de Meira, en estos momentos quedan dos personas, que deben realizar tanto los trabajos silvícolas de control del monte como el cuidado de las cabras. Breogán del Río asegura que a él y a otro compañero les llegaron a aportar del trabajo con las cabras y defiende que "tratei de poñer cordura nunha reunión e pedín que comezaramos de cero, tratando de facer un repaso do que se fixera mal co plan das cabras".
El reparto de horarios en el monte había quedado de forma que los trabajadores se rotaran entre las actividades silvícolas y ganaderas. Cada semana uno de ellos se dedicaba a cuidar de las cabras, excepto en la temporada de partos, cuando es necesario más atención a las cabras. "Acordamos incluso traballar as fins de semana e rotar as libranzas entre semana, para que as cabras sempre estiveran atendidas", relata.
Asegura que este reparto de tareas se quebró cuando trataron de retirarle días libres y que la directiva decidió que subirían sus miembros directamente los fines de semana a cuidar de los animales. "Pouco a pouco me relegaron só a actividades silvícolas e me quitaron a chave da oficina, co que non podía planificar os traballos como era a miña obriga ao ser o capataz", insiste.
Antes del pasado mes de junio, cuando fue despedido, Breogán del Río denuncia que le acusaron de que en la temporada de partos el centenar de cabras sufrieron cuatro abortos "cando o traballo foi perfecto, pois o normal é sufrir un 10% de abortos".
Tras el despido llegó el proceso judicial, que arrancó con un acta de conciliación en Vigo pero o presidente non quixo chegar a un acordo". Ahora espera por el juicio previsto para comienzos de mes.
