La última sesión plenaria del año en Moaña contaba con pocos puntos en el orden del día, pero fue más polémica de lo previsible. Uno de los puntos que levantó más discrepancias fue la moción de la asociación de comerciantes locales (ACIMO) para rechazar el proyecto del complejo comercial de Porto Cabral, en la zona de monte de Vigo. Por motivos laborales los comerciantes no pudieron asistir a defender la moción. El PSOE y el BNG asumieron su defensa, algo que fue rechazado por XM y PP que pedían retirar o aplazar la moción.

El acuerdo se aprobó finalmente con los votos a favor de los dos grupos que integran el gobierno local (BNG y PSOE), después de que los ediles del PP saliesen del salón de plenos para no participar en el debate. El concejal de XM, Javier Carro, sí que permaneció en su asiento hasta el momento de la votación, pues no quiso entrar a votar.

La moción solicitaba la adhesión del Concello al manifiesto contra Porto Cabral alegando que se trata de un proyecto perjudicial para el comercio local, que es dañino para el medio ambiente y cuyas garantías de futuro no son suficientes. Pide que la Xunta rechace la ILP sobre el tema y una moratoria de 10 años contra las áreas comerciales en toda la comunidad.

Por el BNG la edil Coral Ríos recordó el ejemplo del centro comercial Puerto Venecia en Zaragoza, del mismo fondo de inversiones "e que xa está pechando tendas e ocasionou o peche de máis de 400 comercios na cidade".

Por el PSOE, Marta Freire defendió la obligación del Concello "de defender ao noso comercio local" y recordó que muchos negocios vienen de una dura crisis.

Illas Atlánticas

Otro punto del orden del día que ocasionó un debate inesperado fue la moción del PP para que la corporación solicitase el apoyo de la Diputación a la candidatura presentada por la Xunta para que la Unesco declare a todos los archipiélagos de las Illas Atlánticas como Patrimonio de la Humanidad. El concejal Antonio Sánchez defendió que se trata de una candidatura "integradora". Desde el PSOE pidieron cambiar los puntos de acuerdo por uno que vinculase solo al Concello, alegando que se desconoce las competencias provinciales en la materia.

Igualmente se pronunció Odilo Barreiro, del BNG. Tras varios intentos de que el PP accediese a cambiar los puntos de acuerdo, Antonio Sánchez apostó por que se votase la propuesta original, que se había aprobado en el Concello de Bueu, por ejemplo.

Finalmente la moción fue rechazada al votar en contra BNG y PSOE cuyos portavoces aludieron directamente a que se obligase a la Diputación y pidieron que el acta recogiese que, pese a todo, ellos sí apoyan esta candidatura ante la Unesco.

Lo que sí logró respaldo unánime fue la adhesión del Concello a la Plataforma Stop Velutina, que reclama medidas como más investigación para diezmar a esta especie invasora, o un mando único a nivel estatal para establecer un plan contra su proliferación.

Se reclama también la apuesta por intensas campañas de prevención, con trampeos en la fase primaveral, ante el riesgo que esta especie supone para productores de miel, frutas e incluso viticultores.