La celebración, el pasado sábado 23 de diciembre, de una batida de jabalíes en las zonas de monte de los barrios de Pandiña y Albariños, en Tirán, ocasionó las quejas de colectivos animalistas, sobre todo por la cercanía de las batidas con los núcleos de viviendas.

La Policía Local advirtió en su momento, a través de sus redes sociales, de que la Xunta había dado el permiso para esta batida, avisando así a los vecinos para que no se asustasen con los disparos.

La Asociación Animalista Libera! ha criticado y pedido explicaciones a la Xunta de Galicia por la concesión de este permiso para una batida de jabalíes "en una zona prácticamente rodeada de viviendas".

Recuerda este colectivo que los barrios entre los que se desarrolló la cacería se encuentran en el entorno inmediato de la carretera general que atraviesa el municipio, la PO-551.

La justificación para este permiso fueron las pérdidas" en los cultivos de la zona que se estaban produciendo de manera continuada por los ataques de jabalíes. Para los animalistas, esto supuso que el espacio fuese "privatizado" de facto en favor del lobby procaza", ignorando las condiciones particulares de la zona.

Los animalistas advierten de que las autorizaciones para estas cacerías "se suceden sin prácticamente problemas", fomentando la caza como única medida para evitar el acceso de animales silvestres a terrenos de aprovechamiento agrícola o en vías de tránsito rodado.

Defienden que distintos estudios concluyen que una alta presión cinegética favorece mayores tasas de natalidad en especies como el zorro o el jabalí, lo que invalidaría la propia caza como herramienta útil.