El técnico Rafael Barreiro Rodal, autor de la idea de gestión y proyecto para la humanización del frente marítimo de Cangas, que incluye la construcción de un túnel entre la casa consistorial y la lonja para canalizar el tráfico rodado, presentó ayer la propuesta en el salón de plenos acompañado por el alcalde, Xosé Manuel Pazos, que incide en que se trata de una iniciativa privada que el gobierno tripartito ve con buenos ojos, aunque también deben implicarse las administraciones autonómica y estatal.

Ese nuevo paso para avanzar en la peatonalización del casco urbano contempla la construcción de un túnel de 900 metros a lo largo de la PO-551, desde el Concello hasta las inmediaciones de la estación de servicio, en la avenida de Bueu. Según sus promotores, la ejecución del plan no supondría coste para las arcas municipales ni para las demás administraciones públicas, pues se financiaría a través de la empresa que lo construya con la explotación de aparcamientos y que, al mismo tiempo, contribuirían a eliminar los problemas de estacionamiento en el centro urbano.

Los promotores avanzaron ayer en la explicación del proyecto, cuyo objetivo es ganar zona de ocio y esparcimiento, cambiando radicalmente la estructura urbana de Cangas. En superficie, en dicho tramo de casi un kilómetro solo podrían circular vehículos de emergencias, de personas con discapacidad, autobuses y otros servicios públicos. Con esta actuación se conectaría el casco histórico de Cangas con el borde litoral, en un intento de recuperar la fisonomía de la villa de otra época, según adelantaron sus defensores, que insisten en que se podría financiar "a coste cero" .