Menos de una semana después de desvelarse que en 2018 los peajes de la AP-9 subirán un 3,81% el próximo año, el doble que en el resto de autopistas del país, Audasa presumió ayer de que el incremento de tasas sería peor si no hubiese abaratado las reformas del vial en Rande y Santiago. Durante un acto en Vigo de Nueva Economía Fórum, Pedro Pérez, presidente de Itínere -empresa matriz de la concesionaria gallega- recordó que el convenio firmado en 2011 entre Audasa y Fomento contemplaba un presupuesto de cerca de 300 millones para las obras de ampliación de los accesos de Vigo -incluido el viaducto de Rande- y Santiago. Ayer Pérez recordó que esa cantidad, sin embargo, se rebajó durante el concurso de adjudicación a 240 millones. Gracias a ese abaratamiento -argumenta Itínere- se alivió también la contraprestación que recibirá Audasa por asumir el costo de los trabajos: un incremento anual y acumulativo del 1% en los peajes durante 20 años.

"Gracias a esa reducción, la tarifa va a ser menor. No la tarifa, sino el período de tiempo en el que ese incremento se vaya a ir aplicando. El hecho de ejecutar la obra con un 20% menos de lo presupuestado beneficia al ciudadano con una menor tarifa a lo largo de los años", explicó ayer Pérez. El responsable de la empresa matriz de Audasa reconoce que los peajes "duelen al ciudadano", pero matizó que "no hay infraestructuras gratuitas" y defendió el modelo de concesión privada: "La única diferencia es que así el pago es por uso; solo el usuario financia esa infraestructura, mientras que las otras el ciudadano las paga vía impuestos, las use o no". "Se ha armado mucho ruido con el tema tarifario", zanjó Pérez días después de las críticas de conductores y partidos por la subida de peajes en 2018 y en plena demanda de vecinos, empresas e instituciones para la supresión del gravamen a la altura de Rande.

El presidente de Itínere también destacó que ha "adelantado cuatro meses el plazo" de las obras. Cuando arrancaron los trabajos de ampliación en la AP-9, en febrero de 2015, Audasa y la UTE adjudicataria se comprometieron a finalizarlos en 23 meses. Ese calendario inicial acumuló sin embargo un retraso importante cuando intentaron cambiar el proyecto original de ampliación. Audasa terminó comunicando a Fomento que no tendría lista la infraestructura hasta agosto de 2017. Más tarde, al no poder cumplir tampoco con ese plazo, se marcó como horizonte marzo de 2018, el tope del convenio.

Desde hace varios meses la concesionaria acelera las obras para poder abrir los nuevos carriles de Rande al tráfico antes de que finalice el año, lo que le permitiría aplicar ya en 2018 la subida del 1% con la que se le compensa por su inversión. Ayer Itínere garantizó que los nuevos viales del viaducto estarán en condiciones de abrirse al tráfico para el 1 de enero. La inauguración en cualquier caso -precisó Pérez- dependerá de Fomento, titular de la infraestructura.

Lo que sí aseguró es que esta semana se realizará la prueba de carga en Rande. Pérez llegó a concretar incluso que ese test, en el que participarán 80 camiones, se realizará hoy o mañana. La firma preveía realizarlo en los últimos días, pero la rotura de uno de los tirantes hizo que decidiese posponerlo. Fomento apunta que Audasa está trabajando en los cables y prevé la prueba para la próxima semana.