El belenista Francisco Martínez trabajaba a última hora de ayer para tener todo a punto en el complejo belén de este año, que incorpora, como gran novedad y reto, la caída de lluvia. Hoy está prevista la apertura del nacimiento, a partir de las cinco de la tarde, como siempre en el bajo de su casa en la rúa Berbetaña, en el casco histórico de Cangas, para que todas las personas que deseen acudan a visitarlo.

Se trata de una tradición que la familia lleva a cabo dede 1951, hace ya 66 años, cuando la empezó el padre de Francisco Martínez, del mismo nombre, y que ñel ha seguido manteniendo viva, incluso incorporando la nuevas tecnologías como una página de facebook ue todos los ños recibe miles de visitas.

El belén de este año, tal y como asegura su creador, ha cambiado casi el 100%, se ha modificado su estructura con la construcción de una gran cueva de corcho de alcornoque, que ocupa el 90% del nacimiento, en el que el belenista ha invertido kilos y kilos de corcho. Asegura que a través de esta cueva y cada cinco minutos, se podrá ver llover durante un minuto, en lo que es la gran novedad de un año marcado por la sequía y que Francisco Martínez aprovechó pra cumplir con un reto al que le daba vueltas desde hacía tiempo.

Además de esto, el belén, que ocupa 20 metros cuadrados y que contiene unas 200 figuras, con animales incluidos, incorpora un nuevo pueblo en la lejanía, con muchas casas y luces. Francisco Martínez asegura que si hasta ayer no dio noticias del belén, como otros años, fue por la complejidad de la nueva estructura: "La gente va a sentir dentro de la cueva cómo llueve fuera".