Fue más una visita para supervisar las obras de conversión del Corredor do Morrazo en autovía y confirmar fechas, que para grandes anuncios por parte del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Aunque como en el dicho de a río revuelto, ganancia de pescadores, sí aprovechó el momento por la polémica en torno a la inminente subida un 4% de los peajes de la autopista AP-9 debido a obras de ampliación, como las del puente de Rande, para destacar que gracias a la inversión de la Xunta en la construcción de esta autovía do Morrazo, que se financia con 55 millones de euros de fondos propios, no hay que aplicar peajes.

Con un despliegue de decenas de personas, entre cargos de la Xunta, políticos, técnicos y representantes de las tres empresas constructoras, Feijóo recorrió en dos autobuses los dos primeros tramos de las obras, de 7 kilómetros, desde Domaio a Meira, en Moaña, cerrados al tráfico desde octubre y que abrirán ya como autovía, según lo previsto, en mayo. El presidente confirmó que las obras en estos dos tramos ya están finalizadas en un 60% y que el 80% de los tramos más complejos también están rematados, además de que se están cumpliendo un cronograma "ambicioso" y unos plazos para poder abrir estos primeros 7 kilómetros en la primavera de 2018 y acabar el tercer tramo hasta Cangas, en 2019.

Refiriéndose a la ampliación del puente de Rande, que concluirá en una semanas, y a la futura autovía, que lo hará en unos meses, añadió que en este próximo semestre van a coincidir la finalización de dos grandes infraestructuras, "retos de inxeniería civil", que "marcarán un despois para a mobilidade do Morrazo e da comarca de Vigo".

Insistió en que gracias a la financiación de la Xunta, " estamos a evitar peaxes nas autoestradas e nas autovías galegas"y no se dejen hipotecadas la cuentas públicas para el futuro "nin pedimos ós cidadáns que paguen a autovía a través da peaxe, como se lle pide que fagan coa ampliación de Rande e doutros tramos da AP-9". Recordó que los trabajos de la autovía se han hecho coordinados con el Ministerio de Fomento y se pactó con éste que los tráficos que procedan de esta autovía puedan elegir el carril, dentro de los tres del puente, en cada dirección, para cruzar el puente, porque el tráfico estaba previsto para un carril -el exterior de ampliación- y supondría, según el máximo responsable de la Xunta-, un problema de congestión.

Respecto a la consecución de las obras de la nueva autovía, que tendrá 11 kilómetros, asegura que está ejecutada la ampliación del viaducto da Moura, en Domaio; mientras que el viaducto de Mó está encarando su recta final y los esfuerzos se están centrando, en estos momentos, en el viaducto de la rotonda de Rande, que enlazará directamente la futura autovía a la autopista AP-9 y al puente; y en la ampliación del túnel de Montealegre, en Domaio, cuyo trazado se modificó respecto al proyecto inicial para preservar el castro de Montealegre en su integridad. Del resto de la traza señala que está en la velocidad correspondiente con la ejecución de los anteriores viaductos y que el tercer tramo, entre Meira y Cangas concluirá en 2019 "porque si a autovía non chega a Cangas, a autovía non está completa porque Cangas ten un peso poblacional enorme no Morrazo".

Feijóo estuvo acompañado por la conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, directores, delegados y los alcaldes de Moaña, Leticia Santos (BNG); Bueu, Félix Juncal (BNG) y Vilaboa, Luis Poceiro (PSOE), además de ediles de estos gobiernos y de oposición, pero nadie del gobierno tripartito de Cangas, tan sólo el portavoz del PP, José Enrique Sotelo; y el concejal del PSOE, Alfredo Iglesias. La ausencia de Cangas no pasó desapercibida en el discurso de Feijóo. El regidor Xosé Manuel Pazos alegó motivos de agenda.

El presidente de la Xunta reconoció las molestias que estas obras están provocando a los conductores debido al cierre al tráfico, ya que deben de circular por la carretera antigua, pero recordó que fue una decisión conjunta con los alcaldes, dirección de obra y consellería para preservar el castro de Montealegre y ejecutar con mayor intensidad las obras de la autovía. Insistió en que desde el punto de vista técnico fue la mejor medida para los vecinos: "Vamos a aproveitar o tempo, vamos a salvar un castro e vamos a executar unha obra que quede para sempre. As molestias son durante meses pero a obra quedará para sempre e ben, cunha infraestructura de catro carrís nunhas montañas consecutivas hasta Cangas que non é doado facela". Sobre la ampliación del túnel para salvar el castro, en el que se invierte un millón de euros para su excavación y del que espera el compromiso de las nuevas administraciones para su puesta en valor, recordó que según los técnicos, la obra que se hace es la única solución que existe de momento en España, desde el punto de vista de la ingeniería civil, y probablemente una de las soluciones de referencia en la Unión Europea, ya que a partir de un único túnel se ensanchar manteniendo el inicial y doblando su capacidad, de dos a cuatro carriles. El nuevo túnel pasará de 14 a 22 metros de ancho y de 8 a 9 metros de altura.

Por eso señaló que había que tomar conciencia de la gran infraestructura para O Morrazo y toda el área de Vigo: "O conxunto dos traballos que estamos a executar Fomento e a Xunta via desenvolver entre Vigo e Cangas a transformación máis complexa en materia de comunicacións nos últimos 35 anos. Desde a entrega da Ponte de Rande en 1981 ata de agora nunca se fixera una obra tan ambiciosa cunhas características económicas tan importantes".

Recordó que se está hablando de una inversión de 200 millones de euros, que se está realizando de forma coordinada, simultánea en el tiempo, que no era fácil porque son administraciones distintas y que dará respuesta a los problemas de tráfico, sobre todo en la época estival. También dijo que supondrá una mejora de la seguridad viaria, de la competitividad económica, atractivo turístico y calidad de vida para todo O Morrazo, area de Vigo y provincia de Pontevedra. Tuvo palabras de recuerdo también para las víctimas mortales que registró el corredor y dijo que precisamente debido a la ola de accidentes, ocurrida en 2010, la Xunta tomó la decisión de afrontar con recursos propios este desdoblamiento, pese a que se vivía un momento de rescisión económica, cuando menos dinero había en las arcas autonómicas: "Pero non podíamos pospoñer máis tempo a construcción da autovía" de la que dijo que salió adelante buscando la mejor manera de hacer las cosas, con diálogo. Aludió a la profesionalidad con la que están actuando las tres constructuras que se encargan de los tres tramos Copasa, Dragados y la UTE Covsa-Taboada y Ramos.