Una treintena de personas asistió a la asamblea celebrada el fin de semana por la asociación de vecinos Pedra Amarrada, de Vilariño, con el objetivo de aclarar la información urbanística de que disponen relacionada con la solicitud de licencia para construir un edificio en la zona, cuya demora ha derivado en una denuncia por prevaricación presentada por la promotora Playa Lanzada contra los concejales del gobierno municipal. También se atribuye a estos hechos la "guerra de pintadas" que afecta a varios inmuebles de Vilariño, como la sede social del colectivo, aunque hay divergencias sobre los verdaderos motivos de la misma.

Pedra Amarrada presentó alegaciones contra dicha solicitud de licencia al entender que la normativa urbanística no está clara y que entre las atribuciones del colectivo vecinal también está velar por la legalidad urbanística en una zona que consideran "sensible" y muy afectada por la presión de la construcción. Una labor a la que no renuncia, señala la directiva vecinal, que mostró los planos de la zona y dio a conocer las distintas interpretaciones al respecto.

Con respecto a las pintadas aparecidas recientemente, con críticas a la asociación vecinal y a los grupos políticos de ASpUN y ACE (cuyo concejal Andrés García Bastón también es objeto de reproches), Pedra Amarrada recuerda que el local que se utiliza como sede social es de propiedad privada y se encuentra en régimen de cesión, por lo que lamenta los daños causados en las fachadas del inmueble y llama a la concordia para evitar enfrentamientos, aunque deja claro que no renuncia a defender los intereses colectivos.

Además de las pintadas ofensivas contra Pedra Amarrada y los representantes vecinales, en algunos puntos aparecieron también acusaciones contra los promotores del edificio. El gobierno local, oficialmente, tampoco relacionó los hechos, que generaron algunas divisiones en Vilariño.