Los concellos de Cangas y Moaña, a través de las concesionarias del servicio, han intensificado los controles sobre la calidad del agua que llega desde Vigo y la que surte a la población desde sus manantiales propios, pero "de momento" no ven motivos de alarma para desaconsejar su consumo. Eso sí, lo harán "se a situación non mellora ou empeora", coinciden en señalar los alcaldes de ambos municipios, Xosé Manuel Pazos y Leticia Santos, que ya han sido advertidos por la Consellería de Sanidade de que la turbidez del agua y elementos como el hierro "teñen valores por riba dos límites establecidos na normativa vixente da auga de consumo humano" y que, de persistir, "obrigarían a tomar medidas".

En Cangas, vecinos de distintos puntos de la localidad -como el barrio de Nazaret, Pedra Alta o la calle Atranco, en el centro urbano- han trasladado en los últimos días su preocupación al Concello por el aspecto que presenta el agua del grifo, con un tono amarillento que delataría la presencia de residuos, particularmente hierro. El regidor lo vincula con el descenso del nivel del embalse de Eiras por debajo de los límites óptimos, aunque no hasta el punto de que su consumo represente un peligro para la población. La concejala de Obras e Servizos, Mercedes Giráldez, dice no tener constancia oficial de esas quejas vecinales, que atribuye a "certa psicosis" y a batallas políticas entre la Xunta y el Concello de Vigo. En cualquier caso, Pazos asegura que no tardaría en desaconsejar el consumo doméstico si llega a haber alguna duda sobre la calidad del agua.

Desde este fin de semana, Aqualia realiza controles sobre la calidad de agua cada 24 horas y no ha detectado hasta ahora que exista un riesgo para la salud pública. "O máis chamativo é a turbidez, a cor amarillenta", señalan los responsables políticos de Cangas. En Moaña la situación es similar, aunque en el análisis realizado ayer, "os valores xa son inferiores", según comunicó por la tarde el concejal de Urbanismo e Medio Ambiente, Odilo Barreiro, tras recibir los resultados de la concesionaria. Las mediciones se hacen en O Con -en la conexión al emisario que canaliza el agua desde Vigo-, en los cuatro depósitos repartidos por el municipio -Abelendo, Ameixoada, Outeiro y Berducedo (O Meixueiro)- y en puntos aleatorios de la red de distribución, lo que supone una muestra suficientemente representativa de la calidad del agua.

Odilo Barreiro y Leticia Santos también inciden en que Moaña dispone de captaciones propias -en A Fraga y Muíño do Inferno- con una óptima calidad de agua que en estos momentos contribuye a paliar las deficiencias de la que llega desde Vigo. La alcaldesa reitera que los valores se encuentran dentro de los parámetros legales y que no procede alarmar a la población, sino "chamar á calma", aunque deja claro que "non poremos en risco a saúda da poboación" y, si fuera el caso, "non dubidariamos en desaconsellar o seu consumo para beber e cociñar".

Desde la Xunta se pusieron el jueves a mediodía en contacto con los concellos del área de Vigo para comunicarle las novedades y su preocupación por algunos datos, aunque sin caer en el alarmismo. Con Leticia Santos hablaron personalmente durante la tarde, asegura la regidora de Moaña, municipio por el que entra el agua procedente de Vigo a través de una tubería general antes de escindirse hacia Cangas. Ese punto de O Con es muy representativo de la calidad y el primero donde se hacen las mediciones y analíticas.

Horas después de que la Xunta informase de que sus análisis habían revelado un nivel de hierro superior a lo permitido en el agua de Canido, el Concello de Vigo divulgaba sus propios resultados, que lo rebaja a valores compatibles con el consumo humano. "El agua es 100% potable", incidía a media tarde el Ayuntamiento, que relaciona además los resultados obtenidos por la Consellería de Sanidade durante sus controles con unas obras en las tuberías de la zona. "No se debe ni a la sequía ni a la depuradora y es algo que conoce la Xunta. Feijóo sabe que ese registro no está relacionado con la potabilizadora, pero es un ventajista, tramposo y mentiroso", remata el Concello. El alcalde, AbelCaballero, incide en la "absoluta irresponsabilidad" mostrada por Feijóo al poner en duda la calidad del agua. "Intenta sembrar la alarma en Vigo con algo tan importante como el agua, pero sus palabras solo demuestran la desesperación completa del Partido Popular al ver cómo los vigueses le han dado la espalda porque ven que la ciudad funciona y ya están hartos de las políticas anti Vigo de la Xunta", concluye Caballero.