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La sequía triplica el número de usuarios con pozos propios que solicitan conectarse a la red municipal

En Cangas se registran 85 acometidas en viviendas desde el verano frente a 31 del segundo trimestre de 2016

Trabajadores de la concesionaria UTE Gestión Cangas, en una obra en el Casco Vello. // G.Núñez

La persistente sequía está forzando un cambio de parecer entre ciudadanos que se abastecen unicamente de traídas comunitarias o pozos propios y en los últimos meses están sufriendo el descenso diario de las reservas de agua e incluso su total desaparición. En esos casos, la alternativa más viable es conectarse a la red de suministro municipal, una opción que ha experimentado un fuerte incremento en los últimos meses y que marca una tendencia para los próximos, en opinión de los técnicos. Solo en Cangas, desde el verano se han dado de alta en el abastecimiento público 85 viviendas, practicamente el triple que en todo el segundo semestre del año pasado, cuando se inscribieron apenas una treintena, según los datos de la empresa concesionaria. La gran mayoría se ubican en zonas rurales de las parroquias, pero también hay veteranos edificios en pleno casco urbano cuyos moradores "fóronse arreglando" con manantiales próximos para no pagar el servicio pero a los que, con semejante escasez de lluvias y la acumulación de datos preocupantes, "xa non lles queda outra opción", apuntan desde el Concello.

Los datos de Cangas son "máis ou menos representativos" de lo que sucede en los municipios morracenses vecinos, Moaña y Bueu, y se da por hecho que también en otros de Galicia, sobre todo en la franja atlántica pontevedresa. El alcalde, Xosé Manuel Pazos, reconoce que en la casa familiar de Coiro el pozo se ha secado y el único suministro de agua procede de la red municipal. Vecinos de A Rúa o Gandón, pero también de Beluso (Bueu), Domaio o Berducedo (en Moaña), por poner algunos ejemplos, sufren el mismo problema y se han apuntado a una solución que, si la sequía persiste, tampoco estará garantizada, aunque al menos es complementaria.

En varios lugares del centro urbano cangués, como el barrio do Outeiro o la calle Buenos Aires, algunos residentes aprovecharon las obras de humanización para conectarse a la traída pública, que es obligatorio si la acometida está a menos de 50 metros de distancia, aunque el Concello aplica la normativa de forma elástica. Sí es más riguroso con la conexión al saneamiento, aunque alrededor del 15% de viviendas que tienen alcantarillado no disponen del agua canalizada desde Vigo.

Además de quienes se abastecen de pozos o traídas privadas por deseo propio, en algunos lugares no tienen otra opción porque la red general no llega hasta allí. Zonas altas de Pinténs, como Os Fuxiños o A Xareira; A Chamiceira, cerca del Igrexario de O Hío; Longán, Aldea de Arriba, O Xistro, O Carballal o Parada, en Coiro, son algunos ejemplos, sobre todo en viviendas aisladas, que el Concello pretende ir cubriendo de forma progresiva, según afirma la concejala de Obras e Servizos, Mercedes Giráldez.

El canon por enganche al servicio municipal de agua ronda los 600 euros, a los que hay que sumar el coste de las obras de acometida, que varía en función de la distancia y los metros de tubería. El servicio debe contratarse obligatoriamente a la UTE Gestión Cangas.

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