Una presunta deuda de 350 euros relacionada con la compraventa de pulpo. Ésta es supuestamente la razón por la que dos hombres comenzaron una fuerte discusión el domingo a mediodía en un establecimiento público de la parroquia de Beluso, en Bueu. La riña llegó a tal punto que los dos vecinos habrían sacado sendas armas de fuego para amenazarse mutuamente.

Las personas que había en el local avisaron de inmediato a la Guardia Civil, que desplazó al lugar a tres patrullas de seguridad ciudadana. Durante la actuación posterior consiguieron incautar una de las pistolas empleadas, que tenía una bala en la recámara y otras cuatro en el cargador. Cuando los agentes localizaron al segundo de los implicados no lograron hallarle ningún arma, pese a que los testigos presenciales aseguraban que también había esgrimido una. Los dos, que cuentan con antecedentes, se encuentran ya en libertad, con la obligación de presentarse en el Juzgado de Instrucción número 1 de Marín cuando sean requeridos.

El suceso ocurrió en un establecimiento situado en el cruce de bajada hacia Udra y la playa de Tulla, alrededor de la una del mediodía. El Centro Operativo Complejo (COC) de la Guardia Civil recibió una llamada en la que se alertaba de que había dos personas que en medio de una "acalorada discusión" se habían amenazado con sendas armas de fuego.

Sin rastro de la segunda

Cuando las patrullas llegaron al lugar de los hechos encontraron a uno de los implicados, al que se procedió a identificar y registrar. En el registro de sus pertenencias se le intervino un bolso en el que guardaba "una pistola detonadora, con una bala en la recámara y municionada con cuatro proyectiles más en el cargador", explican desde la Guardia Civil.

El segundo de los implicados fue localizado poco después en su domicilio porque tras el altercado abandonó el establecimiento. A pesar de que la alerta que se recibió en el COC de la Guardia Civil como la información recabada por las patrullas desplazadas a Beluso indicaban que esta persona también portaba un arma de fuego los agentes no pudieron localizarla durante el registro efectuado en el lugar.

La investigación la asumió el puesto de la Guardia Civil de Marín, que tras recabar el testimonio de los presentes sitúa en una presunta deuda el origen del conflicto. Los dos hombres, vecinos del municipio, están ahora acusados de un presunto delito de amenazas.