"Un exemplo de respecto polo pasado e de recuperación do patrimonio". En estos términos definió la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, el proyecto de rehabilitación de la carpintería de ribeira de Banda do Río, en Bueu, financiado por la institución provincial a través del Plan Concellos. Lo hizo en el transcurso de una visita que sirvió para dar el pistoletazo de salida a los trabajos tras tres semanas de paralización de los mismos, y en la que estuvo acompañada por el alcalde, Félix Juncal, así como por varios ediles de la corporación, técnicos y por la directora del Museo Massó, Covadonga López de Prado.

La dirigente provincial se congratuló de la apuesta realizada por el gobierno local por un proyecto de este tipo, a la vez que puso de manifiesto el "carácter identitario" y el potencial como elemento de atracción turística del astillero, que "é un aliciente máis para vir a Bueu", máxime debido a su singularidad. En un plano más político, Silva manifestó que obras como esta reafirman el éxito del Plan Concellos, "deixando en mans dos gobernos locais a decisión de en que queren investir os recursos que as administracións poñen á súa disposición", a la vez que animó a que otras administraciones tomasen nota e hiciesen lo mismo, en clara referencia tanto a Xunta de Galicia como al Gobierno Central. "Este é o modelo", subrayó Por último, significó que la rehabilitación del astillero de Purro supone asimismo la demostración de que "cando diferentes administracións se xuntan os resultados son mellores e se poden levar adiante proxectos de interese para todos".

Juncal ofició de maestro de ceremonias y relató las líneas básicas de una actuación cuya prioridad es mantener en la medida de lo posible todos los elementos estructurales originales, reemplazando únicamente aquellos que se encuentren en mal estado. Ayer mismo se retiró la cubierta de uralita, que será reemplazada por una de chapa de acero, mientras que las tejas se renovarán también por completo. El proyecto, que cuenta con un presupuesto de 209.000 euros, incluye un espacio de exposición de embarcaciones y una zona cerrada para ofrecer conferencias. El plazo de ejecución es de tres meses y tanto empresa como concello esperan finalizar esta primera fase en marzo.

A partir de entonces se quiere poner en marcha la segunda fase, financiada a través de fondos GALP (Grupos de Acción Local Pesqueira) con aportación municipal. Esa aportación se extraerá de la rebaja en la licitación de la primera fase, inicialmente fijada en 315.000 euros. Una vez finalizada la recuperación del astillero se quiere apostar por él como un complemento del Museo Massó, algo que apoyó la directora del mismo. "Podría funcionar muy bien. Lo ideal sería hacerse cargo de esta infraestructura sin incrementar los costes del Museo, y eso es factible", sentenció.