Instalar contadores individuales para controlar el consumo de agua en cada puesto de venta al público con el fin de frenar el despilfarro y estudiar la posibilidad de que sean los propios concesionarios quienes corran con los gastos que originen. Es una de las medidas que baraja el Concello de Cangas para acabar con el derroche de agua en la plaza de abastos, que registra un consumo medio de 25.000 litros diarios y jornadas en las que se superan ampliamente esos registros. Con los datos de la concesionaria del servicio en la mano, la edil Ánxela Vizoso ha elaborado un comunicado para los titulares del mercado municipal en el que insiste en que ese derroche no es admisible, menos aún en las actuales circunstancias de escasez y en situación oficial de alerta por sequía decretada por Augas de Galicia, y expone alguna de las medidas para cambiar las estadísticas antes de tomar medidas más drásticas.
Entre los hábitos que deben ayudar a reducir ese consumo excesivo, la concejala de Desenvolvemento Económico e Emprego Local apunta el de "non deixar as billas e mangueiras abertas de forma incontrolada ou mal pechadas", un comportamiento que se constata en algunos de los concesionarios de puestos y que los conserjes de la plaza de abastos vigilan en las últimas semanas con mayor celo, instando a "usar unicamente a auga necesaria, sendo responsables do seu uso". Al mismo tiempo, vigilando el consumo y cuidando las instalaciones se pretenden prevenir atascos en los desagües y en la red de saneamiento y depuración, generando un alivio añadido a todo el sistema.
No obstante, desde el gobierno local van más allá a la hora de implicar a los titulares de los puestos en la reducción del consumo de agua. Proponen "investir en pequenas melloras nos postos que poden incidir moito" en los objetivos que se persiguen, y enumeran la opción de "instalar en cada posto unha pistola de aceiro enroscable á mangueira e que regulan o caudal de auga", ya que dejan de surtir cuando no se mantiene el gatillo apretado. Vizoso apunta la posibilidad de que sean los propios concesionarios quienes asuman individualmente esa inversión, aunque también augura un rechazo a asumir ese desembolso, al igual que para los contadores individuales de agua, que permitirían facturar los "excesos" de consumo a sus responsables reales y no cubrir a todo el colectivo con la sombra de la duda.
El gobierno local también estaría dispuesto a invertir en la reparación de tuberías, grifos o cisternas que goteen o presenten fugas -en este caso se entiende que con medios municipales- y en un mayor control de las averías en instalaciones comunes. Los técnicos apuntan que un grifo abierto consume alrededor de un millar de litros en una hora (unos 100 litros si se deja mal cerrado), y que cualquier fuga es relevante si no se repara de inmediato, ya que un simple goteo supone la pérdida de diez litros por hora.
En el comunicado a los titulares de los puestos del mercado de abastos municipal también se insiste en que el consumo medio registrado en dichas instalaciones en los últimos meses es de 25 metros cúbicos al día, lo que representa "máis do 12 por cento do consumo municipal" y lo sitúa en cabeza de ese polémico ranking, triplicando el de la piscina "A Balea" o cuadruplicando el de otras instalaciones deportivas, como pabellones, colegios o campos de fútbol. Ese derroche de agua contrasta con las medidas tomadas por el Concello en las últimas semanas destinadas a reducir el consumo, como la eliminación del riego de jardines y baldeos de espacios públicos.
El gobierno local considera "unha barbaridade" que se despilfarre agua en la actual situación y llama a la responsabilidad. "Pregamos aos titulares da praza de abastos que consuman auga con moderación e que non a malgasten. Coida a túa auga, é a de todos", recalcan en el comunicado oficial.
