El concurso para el contrato de gestión del servicio de catering y personal cuidador en los comedores escolares cuya gestión depende del Concello de Cangas (A Rúa, Nazaret, O Hío y Espiñeira) ha quedado desierto al finalizar el plazo de presentación de ofertas sin que ninguna empresa lo haya hecho, supuestamente por considerar inviables las condiciones del pliego, según apuntan desde la administración pública. El fracaso de la convocatoria obligará al gobierno local a volver a prorrogar el actual contrato con la firma Alimentación Saludable Gallega (Alsaga) -antes Serunión- mientras los técnicos elaboran unas nuevas bases para licitarlo otra vez, pues la ley no permite otras fórmulas, como el procedimiento negociado. Además, ni el alcalde, Xosé Manuel Pazos, ni el concejal de Ensino, Xoán Chillón, lo ven como una solución si no se pueden modificar las condiciones de la convocatoria para que resulten más atractivas.

El contrato de suministro de comidas y personal de servicio, que abarca lo que resta de este curso escolar y todo el 2018/19 -el primero, con una estimación de 119 jornadas lectivas y el segundo, de 176- salió a concurso en octubre por un precio total de 202.842 euros. El tipo de licitación fijado en las bases del concurso público es de un máximo de 4,20 euros por menú y día, con el 10% del IVA incluido, y contempla otras exigencias, como el personal mínimo que debe atender a los comensales o la calidad y variedad de los platos, que ya están regulados por la Xunta. Las empresas del sector tenían un plazo de quince días naturales para presentar ofertas, con esas condiciones o a la baja, pero el período ha concluido sin que ninguna haya mostrado interés.

El precio máximo del menú fijado en las bases, 4,20 euros, suponía un incremento de 0,60 céntimos con respecto al que se venía pagando en los últimos cursos en Nazaret (Cangas), Espiñeira (Aldán), A Rúa (Coiro) y O Hío, aunque 30 céntimos inferior al que se abona en los dos centros educativos del municipio que poseen cocina propia, que son Castrillón (Coiro) y San Roque (Darbo), según argumentaron desde el Concello. No obstante, Chillón considera que el principal caballo de batalla no estaría en el precio, sino en otras condiciones que la adjudicataria tendría que cumplir, particularmente las ratios sobre el número de asistentes, por lo que las nuevas bases deberán tenerlo en cuenta.

Este tipo de contratos administrativos son bianuales y el anterior finalizó en el mes de junio. Para no dejar al alumnado sin servicio, se firmó un contrato menor con la anterior empresa (aunque aplicando un incremento de 60 céntimos por menú, porque no aceptaba hacerlo por menos) hasta resolver la nueva adjudicación del servicio. En la práctica, las familias abonan un máximo de 3,30 euros, pues el Concello sufraga los 0,90 restantes. El edil de Ensino reitera que ya informó, a finales de agosto, de esa situación a las asociaciones de madres y padres de alumnos (Anpa), y que entiende las críticas de algunas familias, pero matiza que, aún así, el precio es menor que el que se paga en otros municipios y que la experiencia confirma que no es fácil encontrar empresas a las que les resulten viables esas condiciones. Anuncia que volverá a contactar con los representantes de los afectados para analizar la situación y buscar soluciones de consenso.

Tanto el alcalde como el edil del área aseguran que el servicio a los escolares está garantizado en los dos o tres próximos meses, mientras se elabora un nuevo pliego de condiciones más ajustado a la realidad del mercado, aunque "sen que supoña un incremento dos custes económicos nin modificar o sustancial". Dan a entender que se reducirán algunas exigencias en otros apartados, como podría ser la dotación de personal, porque no hay más margen para "apretar máis" a las empresas. Indican que la dotación actual está enfocada a unas previsiones de 180 comensales diarios y en la práctica se está registrando una media de 153, lo que también repercute negativamente en la viabilidad del contrato.

Revisión de condiciones

Además de la aportación de 0,90 céntimos por comensal, más de una veintena de niños y niñas se benefician de la gratuidad del comedor, al sufragar la administración la totalidad de los costes. Los representantes municipales reconocen que los criterios de reparto se pueden cambiar, por ejemplo para no financiar los menús a familias sin problemas económicos y destinar esos recursos a las más necesitadas, que pagarían menos por el plato. Chillón adelanta que en el mes de enero se celebrarán unas jornadas informativas sobre transporte y comedores con propuestas para mejorar estos servicios.