Han tenido que pasar dos semanas desde que un camión enganchase por accidente un tendido aéreo y arrastrase consigo hasta cinco postes, varios de ellos del servicio telefónico, hasta que Telefónica empezase por fin los trabajos para restablecer el servicio. El jueves un representante de la empresa se puso en contacto con el alcalde de Bueu para comunicarle que tenían la autorización de la Diputación de Pontevedra -que es la titular de la carretera- para empezar los trabajos. Esas obras comenzaron ya, aunque la previsión trasladada al Concello es que el servicio no quedará restablecido hasta el jueves 30 de noviembre. Desde la administración municipal trasladaron a la compañía una petición para que intente acortar lo máximo posible esos plazos.

Esta demora ha generado malestar y descontento entre los vecinos del lugar de Norte y Outeiro, muchos de los cuales están sin servicio telefónico en sus domicilios desde la tarde del 10 de noviembre. Muchos han optado por acudir a las dependencias de la Oficina Municipal do Consumidor (OMIC) para informarse y presentar la correspondiente reclamación. Según los datos que maneja el servicio municipal a estas alturas hay presentadas una treintena de quejas contra la empresa. Desde el Concello informan a los vecinos afectados y que no hayan presentado todavía reclamación que pueden acudir a la OMIC -situada encima de la sala Domínguez Búa- para asesorarse y tramitar la correspondiente queja por los días que llevan sin servicio.

Acciones legales

El propio Concello de Bueu está sopesando iniciar también sus propias acciones legales para reclamar los gastos posibles terceros responsables. Las mediciones realizadas en el lugar indican que el tendido con el que se enganchó el camión estaba a una altura demasiado baja, lo que pudo influir en el accidente. El suceso ocurrió el 10 de noviembre cuando un camión que trasladaba un tractor subía por el lugar de Norte. Al salir de una curva la grúa del tractor se enganchó con el cableado aéreo que cruza la carretera. Aunque el conductor se dio cuenta al instante, no pudo evitar que la inercia acabase arrastrando un total de cinco postes, tanto del servicio teléfónico como vinculados al alumbrado público.