Un año después de anunciar su intención de sacar a subasta una parte de la maquinaria del complejo ambiental de A Portela la Mancomunidade do Morrazo ha iniciado el trámite para adjudicar por el trámite de subasta el "tromel". Se trata de una máquina de grandes dimensiones, vinculada al proceso de separación de envases, papel y cartón y que nunca ha llegado a entrar en funcionamiento. Los técnicos fijan su valor residual en un mínimo de 10.000 euros. Esto significa que las empresas interesadas en hacerse con el "tromel" deberán pujar con ofertas que superen esa cantidad.

El plazo para la presentación de ofertas se abrió ayer y los interesados disponen de un periodo de 20 días naturales para entregar sus propuestas económicas. Tienen que entregarlas en sobre cerrado en el Rexistro de la Mancomunidade do Morrazo, que está en el Concello de Cangas. Los técnicos están convencidos de que este proceso de subasta puede despertar el interés de varias empresas y esperan ofertas superiores a esos 10.000 euros.

El destino de esa maquinaria puede ser de lo más diverso. Algunas partes pueden ser reutilizadas en otras plantas similares a las de A Portela o incluso es posible su venta a otros países en los que la normativa de seguridad laboral sea diferente a la legislación española. "No sería extraño que luego se intentase vender en Marruecos o Argelia", explican fuentes conocedoras del sector. La tercera alternativa es que se destine simplemente como chatarra.

Desde la Mancomunidade do Morrazo explican que su entrada en funcionamiento en la planta de A Portela resulta completamente inviable, a pesar de que la máquina nunca ni siquiera llegó a estrenarse en los más de quince años que lleva en las instalaciones. La normativa a lo largo de este periodo ha variado sustancialmente e impide su puesta en marcha. "Debería medir al menos 15 metros, mientras que el de la Mancomunidade solo tiene 5 metros. Además por cuestiones de seguridad laboral debe incorporar cabinas de trabajo para los operarios, algo que este 'tromel' no tiene", explican desde el ente supramunicipal.

Ante esta situación la única salida posible es la de proceder a su subasta pública para intentar recuperar al menos una parte de la inversión realizada. La Mancomunidade también busca de esta manera ganar espacio en el complejo ambiental de A Portela: actualmente esta máquina ocupa una importante superficie que se quiere destinar al compostaje, en concreto a la maduración del compost.