Ana Bernárdez acudió ayer a eliminar un nido en Coiro. Es apicultora con su marido y tenían dos colmenas aunque por culpa de la velutina y el parásito varroa, sólo les ha sobrevivido una. Ayer ayudó con la pértiga a eliminar el nido que colgaba de un carballo, a unos 15 metros de altura, con poca actividad visible por fuera, pero del que sí salieron avispas. Respecto al suceso de O Porriño, dice que no sabe cómo no hay más desgracias "con el nivel de pasotismo de las instituciones. Hay muchos nidos y nosotros hacemos un trabajo que no nos compete y con el que, incluso, nos jugamos el pellejo. La velutina ya no es un problema de Medio Rural; hay nidos en las zonas urbanas, cerca de los parques y de los colegios. Ocupan zonas que ya no son monte".

Bello recuerda la importancia de la campaña de trampeo que empieza en enero. Daga dispone de 430 trampas -además de las que da la Xunta (una por cada 10 colmenas) tienen las adquiridas por los concellos y la asociación. Consisten en recipientes con un líquido atrayente para la avispa que las encierra y mata. El problema de las trampas -dice- es el mantenimiento ya que cada cierto tiempo hay que ir a limpiarlas y rellenar ycuanta más temperatura hace, más pronto. Por eso que los apicultores reclaman que la Xunta asuma realmente las funciones que le corresponden.