"Máis información e máis inclusión". Dar visibilidad a una dolencia autoinmune y crónica que condiciona la vida de los pacientes y de sus familias y resulta socialmente desconocida o incomprendida forma parte de los objetivos de la Asociación de Nenos e Nenas con Diabete de Galicia (Anedia), que reivindica una atención médica especializada y multidisciplinar para todos los menores gallegos afectados de diabetes y promueve iniciativas para avanzar en ese camino. Esta semana, en el contexto del Día Mundial contra la Diabetes, que se celebra hoy, han organizado varias actividades en la comarca morracense o ciudades como Pontevedra y Vigo, y Cangas tomará protagonismo el viernes con el encendido en azul de la fachada del consistorio, una charla a las ocho de la tarde a cargo de la pediatra Marta Peña y la lectura de un manifiesto reivindicativo. Además, por la mañana habrá un cuentacuentos en el colegio A Rúa a cargo de Raquel Queizás con el que se pretende llamar la atención sobre este asunto y orientar a la dirección y profesorado del centro sobre los comportamientos a adoptar con alumnos que padecen la enfermedad.

Anedia nació de la inquietud de un grupo de padres para lograr una atención especializada de la infancia y adolescencia y plena integración escolar y social a través de la educación de los menores, familiares y entorno social. Una meta que no resulta fácil, como señala Loli Dacosta, una canguesa que forma parte de la directiva y que ayer, junto al concejal de Servizos Sociais, Tomás Hermelo, recordaba que los niños y adolescentes con diabetes y que necesitan tratamiento permanente a diario, se encuentran muchas veces con la prohibición de entrar con sus medicamentos en cines, museos, piscinas, centros deportivos o dependencias institucionales. "Mesmo na catedral de Santiago non lles deixan entrar con mochilas co seu material e as súas comidas", señala Dacosta, cuya asociación ya ha denunciado ejemplos concretos.

El colectivo pretende luchar contra la incomprensión, que casi siempre es el motivo que avala la exclusión y la marginación. Pueden darse casos de adolescentes que sufren un problema de hipoglucemia (bajón de azúcar) y los síntomas pueden ser confundidos con los de una persona ebria, o cuyo entorno no sabe responder a ese situación tomando las medidas más adecuadas. Anedia sabe que hay mucho camino por recorrer en este asunto y, al igual que los representantes municipales, llama a las familias canguesas a pedir su asesoramiento y ayuda y cumplir así su razón de ser.