La instalación de las vigas para el viaducto que conecte la futura autovía de O Morrazo con la autopista AP-9 a la altura del puente de Rande concluyó ayer antes de las seis de la mañana. Tal y como estaba previsto, las dos últimas vigas de hormigón, de 90 metros de longitud y 110 toneladas de peso cada una, comenzaron a instalarse con la ayuda de dos grúas a partir de las diez de la noche del martes. Unos 25 operarios trabajaron durante buena parte de la madrugada para concluir un trabajo que durante dos noches consecutivas obligó a reordenar el tráfico en la rotonda de Domaio, al necesitar para los trabajos parte del asfalto.

Al igual que en la primera noche, la segunda velada de instalación de las vigas concluyó sin grandes atascos nocturnos. La maquinaria estaba ya retirada cuando comenzó la hora punta de viajes hacia Vigo, a partir de las siete de la mañana.

Las dos estructuras instaladas conectaron el pie del viaducto, construido en el medio de la rotonda, con los carriles del todavía Corredor do Morrazo.

En los próximos días se instalarán las prelosas que faltan, sobre las que se asentará la plataforma asfaltada que utilizarán los coches para acceder directamente, sin necesidad de pasar por la rotonda, desde la futura autovía (AG-46) hacia la autopista principal de Galicia.

Estos trabajos se harán ya accediendo desde los nuevos carriles, por lo que no se esperan más afecciones a un tráfico que ya está desviado desde el 9 de octubre por la PO-551.

Antes de final de año tendrá que estar instalada la plataforma y este viaducto finalizado. De todas formas, no entrará en servicio hasta el mes de mayo, cuando reabra la circulación cerrada para ampliar, sin dañar el yacimiento castreño de Domaio, el túnel de Montealegre.

Además de esta estructura, esta misma semana los operarios de Copasa iniciaron el asfaltado de los nuevos carriles que conformarán la futura autovía, a lo largo del primer subtramo de la misma, entre Domaio y la salida de San Lourenzo.

En el túnel continúan los trabajos desmontado todas las protecciones de hormigón internas, antes de empezar a excavar la piedra de la montaña.

Además, en el tercer subtramo -entre los enlaces de Meira y la primera salida de Cangas- destaca la retirada de vegetación para los nuevos accesos en el entorno del viaducto de A Fraga, que será otra de las estructuras complejas que se tienen que duplicar en esta obra.

Desde la Consellería de Infraestruturas indican que los plazos marchan según lo previsto y que los dos primeros subtramos de la futura AG-46 estarán abiertos al tráfico rodado de forma definitiva a partir del mayo de 2018.