Los trabajos de instalación de las vigas para conectar la futura autovía de O Morrazo con el puente de Rande de forma directa comenzaron anoche. Entre las diez de la noche y las seis de la mañana se instalaron dos de las cuatro grandes vigas de 90 metros de longitud y 110 toneladas de peso. También se instalaron los correspondientes tramos de prelosas que soportarán la plataforma que debe quedar ubicada antes de final de año.

Esta noche la empresa constructora, Copasa, retomará la tarea con la instalación de las otras dos vigas, que unirán las actuales desde el pie en el centro de la rotonda de Domaio con los carriles del todavía Corredor do Morrazo. Por lo tanto, el tráfico volverá a ser desviado por carriles alternativos dentro de la rotonda a partir de las diez de esta noche. En la cara norte de la rotonda se habilitarán los dos carriles en sendos sentidos. En la cara sur únicamente podrán circular los coches que enlacen Domaio con Vilaboa, y solo por el carril exterior pegado al mar. El resto del asfalto estará ocupado por las grandes grúas de 250 toneladas y por los 25 operarios necesarios para acometer tan compleja obra.