El misterio en torno al cuadro de Federico de Guisasola, fechado en 1868, que el alcalde de Bueu, Félix Juncal, ha puesto a salvo en su despacho después de encontrarlo apoyado en el suelo de las dependencias de Secretaría tras una reciente mudanza de servicios municipales, se va resolviendo. Gracias a los datos que aporta el archivero municipal, Belarmino Barreiro, el cuadro, que es una preciosa panorámica de Bueu, vista desde la playa de la Robaleira, en los límites de las parroquias de Bueu y Beluso, tiene una ficha técnica, en la que incluso figura que es conocido popularmente por los trabajadores municipales como "o cadro da Vaca". Se le denomina así porque en su extremo inferior derecho aparece la pintura de una vaca.

En esta ficha consta que el autor Federico de Guisasola (Madrid 1830-Pontevedra, 1882 y profesor de Bellas Artes) visitó Bueu y la corporación municipal le encargó la confección de un cuadro, ya que aún no existía fotografía, en mayo de 1868. El cuadro es un lienzo al óleo, de un metro por 0,80 centímetros de tamaño. Fue entregado, según consta en la ficha que facilita Belarmino Barreiro, en noviembre de ese mismo año y consta expediente y factura de 60 escudos isabelinos (no estaba generalizada todavía la peseta como moneda nacional). El expediente estaba firmado por el alcalde presidente de entonces, Manuel González Pla.

Félix Juncal admira este cuadro porque se trata de una panorámica idílica de la localidad que permite una retrospectiva de lo que era Bueu".El óleo representa una imagen de la ensenada de Bueu vista desde A Robaleira, camino vecinal de bajada a la playa de Beluso, en donde en su rocalla pasta libremente una ternera o vaca, cara al frente costero y marítimo de la incipiente villa de Bueu. En la ensenada despliega sus velas un bote polbeiro característico de la población. El cuadro es una representación del mundo marinero.

La obra fue inventariada en distintos registros y balances municipales con su asignación y valor y estuvo colocada y expuesta al público en la sala capitular o de sesiones del Concello, en su pared este que da la calle Vincenti. Compartía espacio primero con el plano de población de la villa de Bueu, del ingeniero Rafael Picó, de 1924, asentado en un caballete de la pared norte junto a la puerta principal de acceso al salón. Años después se añadiría un cuadro en depósito de la Virgen del Carmen en la pared oeste del mismo salón efectuado por el pintor local y ex alcalde José Benito Otero Baena (Pepé). por sus dimensiones no pudo colocarse en el pósito de pescadores hasta la inauguración de la nueva lonja cuando fue trasladado a los locales de la Cofradía de San Martiño de Bueu.

La ficha que facilita Belarmino Barreiro, señala que en 1985 y a iniciativa del concejal José Ramón Domínguez Sobral, conocido como Pin Cabanillas, la corporación municipal presidida por el alcalde, Manuel Freire Lino, encarga su restauración al patronato del Museo Provincial de Pontevedra. Existe un expediente en el Concello en el que se registra este trabajo que costó a las arcas municipales 73.000 de las antiguas pesetas. El cuadro retornó a su ubicación de siempre.

Pero en 1997 y tras el "descubrimiento" o reaparición de los conocidos como bocetos de Urbano Lugrís González sobre la capilla de Santos Reis, el cuadro de Guisasola fue desplazado para el despacho del aparejador municipal en donde permaneció hasta la conversión de los baños de la primera planta de la casa Consistorial en despacho de concejales y luego de la educadora familiar a donde pasó hasta principios de este verano. Con el cambio de despachos, el espacio de la educadora pasó a ser el despacho de secretaría y la llegada de muebles y estantes desplazaron al suelo este cuadro ignorado y mal tratado.

Gesto del alcalde

Fue cuando el alcalde, Félix Juncal, viendo que estaba en el suelo decidió ponerlo a salvo en su despacho en donde permanece y del que destaca su valor y la necesidad de que conste debidamente en un inventario.

Hasta el encargo de este cuadro a Guisasola sobre la panorámica de Bueu, existía otro anterior de 18 de septiembre de 1848 realizado por Jenaro Pérez Villamil, titulado "Playa de Bueu", que representa el trasiego de gente en la playa de Bueu en el trabajo de las artes y la pesca local tradicional. Se trata de un cuadro a dibujo que hoy está custodiado en el Museo de Pontevedra, tal y como reconoce el archivero municipal.

La actuación del alcalde con el traslado de la pintura a su despacho h abierto un nuevo camino para que la obra de Guisasola pueda ocupar de nuevo el lugar destacado que tenía en la Casa Consistorial en donde antes daba realce a las paredes del salón de sesiones y que acabó apoyado en el suelo y arrinconado en la secretaría municipal.