La Xunta de Galicia desveló recientemente que el desmonte del talud más grande para la construcción del tercer subtramo de la futura autovía de O Morrazo -de 3,85 kilómetros entre la salida de Meira y el primer enlace de Cangas- podría ocasionar otro cierre de hasta dos meses de otro tramo del Corredor, que ya se encuentra cerrado desde el lunes en sus primeros seis kilómetros. Sin embargo, se encontró una solución técnica para evitar este corte que pasa por desviar ambos sentidos del tráfico utilizando uno de los carriles actuales y asfaltando y acondicionando la vía de servicio, en estos momentos de tierra, que discurre paralela al Corredor por su margen sur.

Pero Infraestruturas se ha encontrado con un problema que podría poner en peligro en estos momentos el asfaltado y adecuación de esa vía de servicio. Se trata del depósito de agua vecinal de As Louras, que tiene una parte en esa vía y tendría que ser desmontado. Abastece a 60 viviendas de la zona de Berducedo. Según el presidente de la comunidad de aguas, José Davila, la Xunta les encomendó que se encargase de comprar la parcela necesaria para construir un segundo embalse y que se encargase también de la construcción. Para todo ello entrega al colectivo 51.000 euros. Sin embargo, se encuentran con que el dinero es insuficiente porque el propietario del terreno particular situado en la parte baja exige un pago mucho más elevado.

"Pide uns 8.000 euros por 300 metros cadrados de terreo, moito máis da valoración feita pola Xunta. Ademais non temos moitas máis opcións para construir o depósito porque debe cumprir cos niveles de entrada de augas que ten o actual", explica el presidente.

Lo único que tienen claro desde esta traída colectiva es que no permitirán que se elimine su actual depósito sin tener antes una solución "porque sen auga non nos poden deixar". Lamentan, eso sí, que la empresa constructora del tercer subtramo y la Consellería les encomienden a ellos resolver el traslado del embalse. "Deberían xestionalo eles, porque nós temos moi complicado atopar unha solución. Temos un servizo funcionando e agora nos dan un prazo moi curto para renunciar a el e trasladar a infraestrutura", lamenta el presidente de esta comunidad de unas 60 viviendas.

Explica, asimismo, que otra salida pasaría por lograr la construcción del depósito subterráneo en la explanada de Meixueiro, que es comunal. Pero para ello necesitan el visto bueno de la Comunidade de Montes y permutar este terreno por el que acoge el depósito que funciona en la actualidad.

Los trámites son complejos y podrían prolongarse en el tiempo. De todas formas, la comunidad de aguas de As Louras se reunirá en asamblea el próximo día 22 de octubre para tratar de tomar una decisión sobre esta alternativa de negociar con los comuneros, al entender que por la vía de adquirir la parcela privada es mucho más complicado llegar un acuerdo.

El depósito actual, que está enterrado, tiene una capacidad de 340.000 litros de agua.

La Xunta asegurabaayer, a última hora, que el problema del depósito no era tal y que había sido expropiado y pagado en su día, cuando se construyó el corredor.

En la última fase de la futura autovía es necesario dinamitar dos taludes de importancia. El más pequeño se ubica en la propia salida de Cangas, cuyos trabajos no se prolongarán mucho en el tiempo. Sin embargo, el más complejo, que está a la altura del lugar de O Meixueiro, es el que obligará a meses de desmonte con carga explosiva. Es precisamente este talud el que obligaría a un corte total de tráfico de "un mínimo de 2 meses" y que se pretende evitar con la adecuación de la vía de servicio paralela y con el desvío de parte del tráfico por esta zona.

En el segundo subtramo, en Meira, hace un año ya hubo que cortar el tráfico durante varios meses, precisamente para desmontar un talud de más de 60 metros de altura, pues mantener abierto el tráfico suponía un peligro para los conductores, que quedaban expuestos por el desprendimiento de piedras.