Quejas vecinales pusieron al descubierto una fiesta nocturna en el viejo y abandonado hotel del complejo conservero Massó, en Cangas, la pasada madrugada. Una fiesta que, según la Policía Local se prolongó hasta las 12.00 horas de ayer y en la que los agentes se vieron obligados a realizar varias denuncias. Dos de ellas fueron a una pareja de Boiro, de 18 años ella y 25 él, que adentraron en la abandonada fábrica de Massó a pesar de estar tapiada.

La Policía Local de Cangas aplicará a estos dos jóvenes la Ley de Seguridad Ciudadana. Afirma que mantuvieron una actitud de desobediencia al tratar de sacarlos de la fábrica y se negaron a identificarse. Este espacio, igual que el hotel o la ballenera se encuentran tapiados por el enorme peligro de que se derrumbe. En varias ocasiones, la Policía Local y la Guardia Civil ya impidió la celebración de fiestas en la ballenera que habían sido anunciadas a través de la redes con un cartel donde figuraban los djs que iban a animarla.

En un control a la salida del complejo Massó, alrededor de las 11.45 horas, se identificó a una persona que conducía un vehículo bajo los efectos de varias sustancias de estupefacientes: cannabis, anfetaminas, metanfetaminas, cocaína y opiáceos. Según la Policía Local es la primera vez que en un control de estas características se detiene a una persona con positivo en tanta sustancias estupefacientes. Las sanciones por conducir en este estado llevan aparejadas una multa de 1.000 euros y la retirada de seis puntos. El vehículo quedó inmovilizado por la Policía Local.

Algunos vecinos vinculan este aumento de actividad en la zona de Massó con la muestra "Lo posible", algo que el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, se encargó de rechazar de manera inmediata. Afirma que no se puede ligar una cosa con la otra, cuando la muestra está llena de actividades formativas, educativas y empresariales. Asegura que es absurdo pensar eso, solo porque algunas personas acudan de forma equivocada a este evento, donde, recalca, el 80% de las actividades son conferencias.

El regidor local sí manifestó su preocupación por el hecho de que se sigan celebrando fiestas en inmuebles de Massó, algo que su gobierno siempre prohibió y no se explica como después de haber tapiado los inmuebles la gente puede entrar para participar en una fiesta que puede ser muy peligrosa. En el denominado economato de Massó viven desde hace tiempo varios okupas y también había constancia de que otros lo hacían en el hotel. El alcalde de Cangas conmina a la propietaria del complejo, Abanca a que revise con sumo cuidado estas viejas instalaciones y las tapie de forma que no pueda entrar nadie en ellas, ya que el riesgo que corren es grande.

Hace quince días, dos adultos y dos menores, vecinos de la localidad de Ponteareas, también fueron identificados por la Policía Local de Cangas cuando intentaban entrar en la fábrica de Massó ayudados de una escalera de gran tamaño.