Raquel Calviño Ferreira, Jorge Díaz Ferradas y Daniel Fariña Muinelo son tres alumnos del Bachillerato de Artes del IES María Soliño. Junto a su profesor Joseba García Plazuelo acaban de regresar de la isla italiana de Lampedusa. Allí, hace ahora cuatro años, se produjo un dramático naufragio de una embarcación en la que viajaban cientos de personas huyendo de la guerra y en busca de un futuro mejor en Europa. Un total de 378 lo que encontraron fue la muerte. Para que esta tragedia no quede en el olvido y esos fallecidos no sean simplemente unos números más en las frías estadísticas el Ministerio de Educación italiano organiza el proyecto "Europe begins at Lampedusa" [Europa empieza en Lampedusa].

La convocatoria estaba abierta a centros educativos de toda Europa y uno de los trabajos seleccionados fue el del María Soliño: "Solidarios cos refuxiados", que incluía dibujos, murales y vieocreaciones del alumnado del Bachillerato de Artes. Junto a ellos había jóvenes de Austria, Francia, Malta, otros institutos de España e Italia. Tuvieron la oportunidad de asistir a talleres, laboratorios y reuniones para discutir, aprender y ver de cerca los aspectos que caracterizan la realidad de los migrantes y refugiados que se ven obligados a huir de sus países. "Europe begins at Lampedusa" estaba auspiciado por la Unión Europea (UE), la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), Paper Association, Amnistía Internacional y Médicos Sin Fronteras.

En total acudieron más de 200 jóvenes, que pudieron conocer a través de charlas y conferencias asuntos como la propagación del odio y el racismo, los terribles datos sobre la migración y los estereotipos y prejuicios de nuestra sociedad. Pero quizás lo más importante es que su experiencia no se limitó solo a eso, sino que pudieron conocer y escuchar a algunas de las personas que emprendieron ese viaje desesperado. Tuvieron la oportunidad comprender el porqué de su intento de construir un futuro mejor en Europa. Entre esos migrantes había algunos supervivientes del terrible naufragio de 2013.

Los tres alumnos del IES María Soliño viajaban en representación de todos sus compañeros y tuevieron la ocasión de intervenir. "Poco a poco nos olvidamos de lo que pasa a nuestro alrededor, de las personas que mueren o dejan morir a otros. De las personas que no se rinden o pierden la esperanza. He conocido a estas personas pero no eran como esperaba. Eran luchadores y eran como yo, como todos nosotros: humanos", expresó Raquel Calviño. Durante esa estancia uno de esos refugiados interpeló directamente a la joven para preguntarle "qué crees que podéis hacer para ayudarnos". "Yo le respondí que siempre escucharé lo que tengáis que decir, que jamás olvidaré vuestras palabras y que en mi mano está difundir vuestra historia a todos los que pueda para que nadie más os ignore, abuse de vosotros o simplemente os trate como objetos. Porque sí, he escuchado vuestra historia y me ha llegado al alma. He sentido vuestro dolor y vuestra pérdida", afirma la joven.

Su intervención concluyó con una llamada de atención y un compromiso: "No seamos ignorantes, no sois números sois seres humanos que habéis sido pisoteados y me avergüenzo de no haber hecho nada para impedirlo.[...] No dejaremos que volváis a tener que huir, sino que iremos a por vosotros. Todos juntos construiremos un hogar feliz y así nunca tendréis que elegir entre abandonar o seguir luchando"