La Asociación de Diagnosticad@s de Cáncer de Mama de Cangas (Adicam) inaugura hoy las XVI Xornadas sobre Cancro de Mama, en el salón de plenos del Concello, en las que mañana se presentará la situación sobre el estudio de la prevención del cáncer que se está realizando desde Cangas, de forma pionera, en colaboración con este colectivo y la Universidad de Vigo, a través del consumo regular de la planta Bryophyllum daigremontianum, más conocida con el nombre del género al que pertenece: kalanchoe. La presentación será a las 18:00 horas y correrá por cuenta del responsable del estudio y director de investigación oncológica clínica de Adicam, Jorge Cameselle, con profesionales del equipo que está colaborando como Lidia Rojo de Dios, ingeniera agrícola; los profesores del Departamento de Biología Vegetal y Ciencias del Suelo de la Universidad de Vigo,Pedro Pablo Gallego Veigas y Esther Barreal Modroño; y el bioquímico y el biólogo molecular en esta universidad Pascual García Pérez. A este equipo se ha incorporado recientemente María Beatriz Villar, bióloga y profesora del Northampton Community College de Pennsylvania, en Estados Unidos.

Cameselle asegura que lo que nació como un humilde proyecto de investigación se ha convertido en un proyecto ambicioso con resultados "muy satisfactorios que están siendo reconocidos en diversos ámbitos científicos, incluido el hecho de que la editorial americana Springe Science Books publicará en breve un capítulo de un libro con los primeros hallazgos de nuestra investigación bajo el título de "Bioactive natural products from the genus kalanchoe as cancer cheopreventive agents: a review".

Para este ensayo han patentado la bebida del kalanchoe, lo que garantiza la gratuidad de la investigación para todas las mujeres que están colaborando de forma voluntaria y entre los resultados destaca que se ha logrado "el cultivo de la planta en vitro, los cultivos celulares de la planta y la determinación de los primeros principios bioactivos de la misma".

El médico y cirujano asegura que fue en septiembre de 2013 cuando se puso en marcha la primera fase de este ensayo clínico sobre el consumo de la bebida del kalanchoe.Reconoce que como médico clínico fue testigo de que muchos enfermos oncológicos estaban consumiendo, de manera voluntaria, esta planta que se había puesto de "moda" a través de las redes sociales, lo hacían bajo un promesa de que podía curar el cáncer, pero sin evidencias científicias de que esa información fuera cierta y si podía tener efectos secundarios. Fue entonces cuando en noviembre de 2013, en la sede de Adicam se realizó una charla con expertos en donde se constató esa falta de control médico. Reconoce que no se mostró indiferente y empezó a monitorizar a todos los enfermos y voluntarios que por su propia iniciativa consumían la planta y dieron permiso para estudiar sus historias clínicas.

Lo que pretendía, dice, era identificar si ese consumo de kalanchoe podía dañar y se puso en marcha el primer Ensayo Clínico Fase I para detectar presencia o ausencia de toxicidad. El pasado mes de junio, y tras tres años de investigación, el equipo presentó en el Congreso Europeo de Biotecnología, celebrado en la República Checa, este primer ensayo clínico que confirma que con las dosis recomendadas (en torno a 15 gramos/día) no hay toxicidad.

Cameselle asegura que siempre estuvieron convencidos de que había que seguir la investigación y empezaron a profundizar en el estudio de la quimioprevención del cáncer a través del nuevo concepto en oncología de la quimioterapia en dosis baja. En 2000 asegura que ya había firmado una editorial en una revista médica española sobre la quimioprevención del cáncer y el papel del selenio que presenta niveles más bajos en el suero de los pacientes con cáncer que en la población sana.

El equipo empezó a investigar (Ensayo Clínico Fase III) si los productos naturales bioactivos procedentes del kalanchoe podían tener utilidad como agentes quimiopreventivos del cáncer. En este ensayo dice que participaron cientos de mujeres sanas de edades entre 35 y 70 años:"Por cada voluntaria se eligen dos mujeres controles (con una agregación familiar de cáncer similar y la misma edad y el mismo hábito tabáquico)".

Tiene claro que esta investigación es importante porque demostrará si el consumo del Bryophyllum reduce la incidencia el cáncer; también que se pueden llevar a cabo investigaciones científicas rigurosas apoyándose en asociaciones sin ánimo de lucro y la participación ciudadana que abren una vía para el estudio de enfermedades raras huérfanas de las inversión de las farmacéuticas o multinacionales y porque ha abierto un enfoque metodológico en el abordaje de la quimioprevención: "Somos conscientes de que la posibilidad de reducir la incidencia del cáncer es pequeña, pero es preciso investigar todo el potencial que ofrece esta posibilidad".