Los ataques de la Vespa velutina, conocida popularmente como avispa asiática, ya no es un problema grave exclusivamente para los apicultores de la comarca. Y es que esta especie invasora empieza a causar estragos también entre los viñedos de la zona. En las últimas semanas han atacado las cepas de especies de uva más maduras, causando importantes pérdidas en la próxima producción de vino.

En Moaña, en las viñas de A Paradela han roto y devorado racimos enteros de la variedad de uva blanca godello. Uno de los afectados es el moañés José Graña. Explica que este año la uva maduró antes, sobre todo en zonas altas de la comarca como es A Paradela. De las cinco cepas de godello que tiene, la avispa asiática ha acabado con todos los racimos de dos. Por lo menos 10 kilos de uvas que no podrá recoger en una campaña que ya ha comenzado. "Detectei o problema hai uns 15 días. Tiven que matar directamente as avispas. Matei 83 eu mesmo. Deben vir dun niño que está lonxe, porque dende entón non atacaron máis nesta viña", apunta este productor.

Desde la asociación de apicultores de la comarca (Daga-Morrazo), que se encargan de atacar y retirar los nidos de velutina, explican que además de en A Paradela este mismo problema se detectó en Meiro, en la parte alta de Bueu, afectando a racimos de uva utilizada para hacer vino de mesa dulce. Aseguran que el problema se detectó en otras zonas con vino como en viñedos de Meaño, en O Salnés.

El productor afectado entiende que el ataque se produjo solo a la variedad de godello porque se trata de uvas más dulces que otras y maduraron antes. Asimismo, no cuenta con una piel gruesa, lo que dificultaría que las avispas asiáticas comiesen los racimos.

Las misma hipótesis baraja el responsable de Daga-Morrazo, José María Bello, quien espera que la Administración ponga en marcha más medios contra esta especie para diezmar su población en Galicia antes de que se hagan sentir los daños económicos también en el sector vinícola.

Dos años llevan los apicultores de la comarca encargándose de atajar la invasión de la Vespa velutina, que mata a las abejas. En los periodos de cría se encargan de disponer trampas por las zonas húmedas o con riesgo de que aparezcan nidos. Ya en verano, el trabajo pasa por retirar nidos cada vez que reciben un aviso.

Desbordados

José María Bello asegura que están desbordados ante la magnitud del problema. Si el viernes pasado se habían retirado 11 nidos de distintos puntos de Cangas y Moaña, solo en los dos días del fin de semana han recibido aviso de otros 13 nidos. De ellos solo dos se encuentran en Bueu.

"Esta misma mañana -por ayer- retiramos un nido en unas zarzas del barrio de Albariños, en Moaña. El dueño del terreno lo identificó al limpiar su finca. Las zarzas tenían unos 40 centímetros de altura y el nido que habían creado tenía un diámetro de 25 centímetros", explica José María Bello.