El soleado fin de semana llenó la comarca de gente. Las playas de O Morrazo estuvieron abarrotadas el sábado y el domingo, con los consiguientes atascos que ayer fueron kilométricos en el Corredor desde las 19.00 horas.

A nivel cultural el evento más importante fue la XVIII Festa Folc de Vilariño. Miles de personas volvieron a abarrotar la playa. Vecinos y turistas se agolparon para disfrutar de las melodías más tradicionales de Donicelas. Susana Seivane tomó el relevo y conjugó las últimas tendencias en la gaita con obras populares. A partir de las dos los ritmos tradicionales dieron paso a otros más exóticos y a letras comprometidas. Fue el turno de Che Sudaka que hizo que su mestizaje convirtiese Vilariño en una fiesta. El ska-punk de The Skarnivals puso a bailar a los que se resistían a abandonar el festival.

Las comilonas de la Festa do Naseiro en Meira, bailes y danzas tradicionales en San Roque y el Museo Massó y cerveza artesana fueron otras propuestas. Cerró el fin de semana el festival Son Moañesa, con Trébede y Lagharteiras.