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Costas pondrá captadores de arena y replantará 5.000 m2 en Portomaior para proteger la duna

El objetivo es impedir que el viento siga desplazando la arena al paseo marítimo y al vial que bordea la playa - Es una actuación "blanda", con un coste de más de 20.000 euros

El sistema dunar de la playa de Portomaior, en Bueu, es una de las próximas prioridades de Costas del Estado. El departamento estatal invertirá más de 20.000 euros en una actuación para asentar la duna y frenar el desplazamiento de la arena, que cada año invade espacio del paseo marítimo y de la calzada debido a la acción del viento. La solución que manejan los técnicos es lo que denominan una alternativa "blanda", que consistiría en la colocación de captadores de arena, realizar una plantación de barrón o carrizo y delimitar un área por la que no será posible transitar.

Estos trabajos se realizarán en tres zonas de la provincia: en la playa canguesa de Rodeira, tal como se avanzó hace unos días; Portomaior y la zona portuaria de Portonovo, en Sanxenxo. "Son actuaciones blandas, de construcción muy sencilla y que consisten básicamente la instalación de captadores de arena y plantacion es de barrón [carrizo] de manera que actúen como las dunas naturales, reteniendo la arena y limitando el transporte fuera de la playa. De esta manera se evita que ciertas infraestructuras, como carreteras, aparcamientos o zonas portuarias queden llenas de arena en ciertas épocas", se explica en la memoria del proyecto. Esto es precisamente lo que ocurre en la parte central de Portomaior, que será la inversión de mayor cuantía de las tres programadas.

El estudio técnico constata que en el arenal buenense hay transporte de arena hacia el sureste, invadiendo la carretera que bordea las playas de Agrelo-Portomaior en una distancia de 250 metros. "Es un sistema dunar con poca vegetación, de unos 15-20 metros de anchura", apuntan.

La alternativa que se plantea en este caso es la colocación de dos filas de captadores, situados a unos 8 y 16 metros del borde interior de la duna, y proceder a replantar una superficie de 5.000 metros cuadrados. Los captadores no dejan de ser como pequeñas empalizadas, que reducen la velocidad del viento y disminuyen la capacidad de carga del propio viento, con lo que la arena cae sobre la vegetación del sistema dunar. Estas barreras suelen tener una anchura de unos ocho metros y su altura es de un metro. A mayores, durante los primeros meses sirven para proteger la plantación de los vientos fuertes que podrían ponerla en peligro. En el caso de Portomaior se propone replantar una superficie de 5.000 metros cuadrados para que esas plantas contribuyan a fijar la arena e impedir su basculamiento. "Una vez que la vegetación es adulta, en unos tres años, y siempre que se hayan protegido las plantaciones, evitando el paso de usuarios porque este tipo de plantas no soporta el pisoteo, el sistema se mantiene solo. No requiere más que el control de las plantas invasoras y la protección contra el pisoteo", explican los técnicos.

Para evitar la entrada de usuarios a la duna que puedan pisar esa vegetación la obra se completa con la instalación de una protección perimetral de 500 metros.

Este vallado es una advertencia a los usuarios de que no pueden acceder al interior de la zona acotada porque está en pleno proceso de regeneración.

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