El presidente del puerto de Vigo, Enrique López Veiga, atribuye el pírrico movimiento de mercancías gestionado por la armadora Maersk el pasado mes de junio en esta rada -con apenas 7.000 toneladas, 50.000 menos que el año anterior-, al desvío de operaciones a Marín, aunque duda que arrastre a los clientes vigueses "porque otras compañías les ofrecen alternativas suficientes para mover sus mercancías".

Los datos recopilados por los técnicos del Puerto de Vigo referentes exclusivamente a la carga de Maersk indican cómo han ido disminuyendo sus movimientos desde que en mayo de 2016 la armadora se asentó en Marín. Y más revelador aún es el bajón del primer semestre del año, con 135.6000 toneladas menos que el anterior, lo que ha llevado a los técnicos del Puerto vigués a considerar esa concentración de tráficos de la influyente naviera en Marín como una de las principales causas del desplomado balance en Vigo.

Una caída progresiva de actividad del gigante escandinavo que confirmaría la consumación de su marcha de Vigo. Faltaría por concretar cuándo y si será completa o definitiva, ya que de momento mantiene en Guixar una media de dos buques por semana, uno de ellos compartido con Marín. Tan acentuada fue la caída del balance del gigante escandinavo que sumó solo 6.997 toneladas, un pírrico volumen de carga que apenas daría para llenar 250 contenedores, un movimiento bastante inferior al que solían desarrollar los barcos de Maersk antes de su desembarco en Marín.