Fue la invitada inesperada a la que iba a ser gran fiesta del folk en Moaña. La lluvia hizo acto de presencia en el momento menos oportuno y deslució un Festival Intercéltico que ayer levantó el telón con Xabier Díaz y las Adufeiras de Salitre y para los asturianos Tejedor. Y es que las condiciones meteorológicas aplazaron primero los conciertos y después prácticamente abocaron a su suspensión al no funcionar los equipos de sonido como es debido.

Pero pocos contaban con Xabier Díaz y las Adufeiras do Salitre. En teoría eran los teloneros de la jornada de ayer pero acumularon sobre sus espaldas el protagonismo y por méritos propios, desafiando a la lluvia, a los elementos y a cualquier otra dificultad que se interpuso en su camino para ofrecer un concierto que tuvo mucho de intimista y aún más de profesional. Y es que cuando el coruñés saltó al escenario principal con más de una hora de retraso -al no haberse podido hacer las pruebas de sonido durante la tarde- pocos se podían imaginar que el sonido se fuese por un fallo en la mesa, probablemente debido a la humedad.

Ni corto ni perezoso y exponiendo que él había llegado a Moaña para cantar, se trasladó al palco de la música (cubierto, no como el escenario principal, a la intemperie) y allí celebró su actuación. Sin micrófono, sin amplificadores, sin artificios de ningún tipo. Simplemente recurriendo a su peculiar voz y acompañándose por la percusión de las Adufeiras se hizo con un público entregado que se acurrucó todo lo que pudo junto al palco y coreó las canciones con entusiasmo. Lo que iba a ser un naufragio en toda regla se convirtió en un bello espectáculo con el que fueron premiados los espectadores más pacientes.

Al cierre de esta edición aún no se sabía si los problemas de sonido se habían solucionado y si los asturianos Tejedor podían actuar. Previamente sí lo habían hecho Solaina y Meiramar Axóuxeres, encargados de abrir boca como representantes de la tradición folclórica local. Para hoy está prevista la actuación de Charaviscas y Gaiteiros de Moaña, y posteriormente de Fiandola y de Rura.