Los progenitores de dos niños de 9 y 14 años vivieron ayer una larga hora de angustia e incertidumbre, que afortunadamente tuvo un final feliz. Los dos jóvenes estuvieron desaparecidos durante más de una hora después de ser vistos jugando con una pelota en la playa de Pinténs, en la parroquia canguesa de O Hío. Ante su desaparición se movilizó un amplio dispositivo de búsqueda, que incluyó a patrullas de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil, Policía Local de Cangas, Protección Civil Cangas, el helicóptero Pesca I, Salvamento Marítimo, una lancha de la Guardia Civil y ambulancias del 061. Uno de los niños fue encontrado en Ameixide y el otro llegó hasta el bar Peralta, en Aldán. Ambos estaban desorientados.

La alerta saltó poco antes de las siete de la tarde. Los dos niños están veraneando con sus respectivas familias en un camping de Pinténs y pasaban la tarde en la playa. Las fuentes consultadas explican que al parecer estaban jugando con una pelota, que en un determinado momento se fue al mar y la corriente empezó a arrastrarla. Los jóvenes intentaron recuperarla siguiendo su recorrido a través de las rocas de la costa, sin que nadie se percatase. Fueron en dirección sur, hacia el interior de la ría de Aldán-O Hío, y parece que recuperaron la pelota en el entorno de Ameixide.

Sin embargo, durante ese trayecto ambos se desorientaron e incluso se separaron entre sí al intentar regresar. Cuando los progenitores se dieron cuenta de su ausencia dieron aviso a los servicios de emergencia, que movilizó de inmediato a medios terrestres y marítimos ante el temor de que se hubiesen caído al mar. El 112 también puso sobre aviso al helicóptero Pesca I por si era necesaria su intervención y finalmente la aeronave también se sumó a las labores de búsqueda.

El primero en aparecer fue el joven de 14 años, que fue encontrado entre Ameixide y Arneles por el padre del otro niño, alrededor de las siete y media de la tarde. El hecho de que estuviese en tierra dio motivos de calma al amplio operativo desplegado en su búsqueda. Poco más tarde, alrededor de las ocho y diez de la tarde, se recibía una llamada desde el bar Peralta, en el entorno del paseo marítimo de Aldán, en la que se informaba que el menor de 9 años había llegado hasta allí desorientado, pero en perfectas condiciones.

Fue el final feliz a la angustiosa espera de las familias.