El titular del Juzgado Número 3 de Cangas, David Pérez Laya, acordó la rebaja de la fianza impuesta por la Audiencia de Pontevedra a Sinaí Giménez y a su hermano Saúl. Si antes el líder del clan de los Morones y su hermano tenían que presentar una fianza dineraria de 100.000 euros para salir de prisión, ahora queda reducida a la mitad. Exactamente lo mismo que sucedió en junio con el otro hermano que aún permanece en prisión, Juan Paulo Giménez. La rebaja de la fianza no supuso su salida de la cárcel de Teixeiro.

El argumento del juez para rebajar la fianza es prácticamente el mismo que el esgrimido en el caso de Juan Paulo: "transcuridos más de cinco meses desde la fijación de la finanza de 50.000 euros, tiempo en el que el investigdo no ha podido afrontar el pgago, evidencia que si no ha satisfecho la referida fianza es porque caree de medios económicos para ello, ya que se presume que quien puede eludir una situación de prisión provisional y no lo hace es por una cuestión ajena a su voluntad... sin que ellos comporte renunciar a los fines acutelares que la justificaron y la siguen justificando, atendida la gravedad de los delitos imputados y los marcadores de riesgo de fuga y de reiteración delictiva que se pusieron en evidencia en la anterior resolución".

Tanto el fiscal como el abogado de los testigos protegidos, Alfredo Iglesias, recurrieron la decisión del juez en el caso de Juan Paulo y ayer el letrado cangués anunciaba también su intención de recurir los citados autos. Alfredo Iglesias reitera los argumentos que de que los hermanos Giménez contaron, desde el inicio de la causa, con los servicios de bufetes de abogados de renombre, "que en absoluto da la impresión de prestar sus servicios de forma altruista o gratuita.

El nuevo abogado de Juan Paulo Giménez, Adolfo Prego de Oliver y Tolivar,, señala en su solicitud de libertad sin fianza que "el comportamiento desplegado por Juan Paulo y que conjuntamente se le atribuye con sus hermanos, no puede ser calificado, ni de lejos, como extorsión, ni como blanqueo, ni tampoco como pertenencia a organización criminal.