Familia, amigos y compañeros de clase se han volcado en ayudar a Xabela durante el último año y ella les ha devuelto el apoyo con creces. "Al principio, echaba de menos ver, pero me voy acostumbrando", explica esta pequeña viguesa apasionada por los peluches y que, desde el pasado septiembre, tiene en su perrita Laika otra importante aliada para enfrentarse al mundo sin dejar de sonreír.