"Apostamos pola conversión do monte con plantacións mixtas de frondosas con quendas altas para madeira de calidade e aproveitamento de castaña e de fungos, así como especies para aproveitamento de resina, evitando monocultivos de especies de crecemento rápido. Tamén apostamos pola paisaxe cultural e polo uso tradicional do monte coa introdución de especies lignívoras como poden ser o cabalo ou a cabra, para diminuír o risco de incendio e desta maneira poñer en valor os nosos montes aumentando a súa rendibilidade".

Es la declaración de intenciones de los comuneros de Coiro, Darbo y O Hío, que promueven parques forestales con apoyo del Concello de Cangas y de la Diputación, que financiarán los proyectos para llevarlo a cabo aportando 6.000 euros a redactar cada uno de ellos, el 80% de la institución provincial y el 20% de la municipal. Coiro propone actuar en torno a la carballeira que se extiende en las inmediaciones del río Bouzós, mientras que las comunidades de Darbo y O Hío han optado por presentar dos proyectos conjuntos para desarrollar los parques forestales "Montes de Massó-Liméns" y "Montes de Varalonga", ya que comparten parte del territorio, que debe tener una superficie mínima de 50 hectáreas.

En las propuestas se advierte del error de entender el monte solo como fuente de recursos maderables y se concibe como "un ecosistema complexo pero multifuncional, onde apostamos por unha xestión sostible dos recursos madeirables e non madeirables, que tamén cumpran as funcións ecolóxicas e sociais para o benestar do medioambiente". La falta de una ordenación del suelo, "en parte polo abandono e atomización das propiedades", complica la situación, pero confían en que el proyecto de parque forestal contribuya a poner orden en ese caos a medio plazo.

Esos proyectos tienen como finalidad ejecutar mejoras en las medidas de prevención de incendios forestales y la conservación y protección de hábitats, acondicionando las infraestructuras. Los trabajos más inmediatos serían el desbroce de vegetación, apertura de cortafuegos y sendas peatonales de acceso público, facilitando la vigilancia, señalización del parque con paneles informativos que orienten a los visitantes, balizamiento y protección de zonas regeneradas y árboles singulares, erradicación de vertederos incontrolados e inventariado y medición de parcelas con sistemas de geolocalización (GPS) para su seguimiento y evaluación.

La redacción de estos proyectos de parque forestal deben incluir memorias y presupuesto de actuación para ordenar cada espacio natural de manera global y progresiva, "conservando, protexendo e mellorando o estado actual dos recursos naturais, a súa vexetación, flora, fauna, xea, auga e paisaxe, preservando a diversidade xenética e mantendo a dinámica e estrutura funcional dos ecosistemas", apuntan.