Josefina Mendizabal y Miguel Ángel Romero con sus dos hijos, sus tres nietos y uno más en camino se presentaron el sábado a comer en Casa Simón. Habían pasado 50 años de la última vez que habían frecuentado el restaurante, toda una vida. Fue decisión de Miguel Ángel Romero que el viaje de bodas fuese a Vigo, lo recuerda con orgullo. Y es que a la pareja no le une ninguna vinculación familiar ni de amistad con Vigo ni con Galicia, simplemente que al novio de hace 50 años le atraía la ría de Vigo. La pareja llegó a la ciudad olívica el 6 de julio de 1967 y se hospedó en el Hotel Lisboa, ahora hotel Zenit, en la esquina de la Gran Vía con Urzaíz. Miguel Ángel Romero recuerda que por allí pasaba el tranvía, del que ya no quedan ni las vías.

Comenta Romero que en su caminar por Vigo vieron como un barco salía a Cangas del Morrazo y decidieron subirse. Tenían algunas referencias de la villa, pero reconoce que fue un poco a la aventura. Era julio y los barcos que cubrían la ruta se desperezaban después de un invierno muy largo. La ría se llenaba de nuevo de vida y Cangas se antojaba un pueblo placentero para pasear. El boom urbanístico aún no había herido a la villa marinera y la ría estaba menos contaminada que la de Bilbao por aquel entonces. Por alguna razón, los pasos de los recién casados les llevaron a Casa Simón. Migué Ángel Romero lo recuerda como un restaurante al que llegaban merluzas gigantes, que portaba Pepe Simón.

La pareja de Josefina y Miguel regresaban a Casa Simón con su familia, algunos llegados desde Londres, y con una factura que Miguel guardó durante todos estos años. Allí se especifica todo lo que se podía comer en el famoso restaurante por 291 pesetas: dos nécoras, 60 pesetas; medio kilo de percebes, 100 pesetas; dos de calamares, 60 pesetas; pan, 6 euros; un litro de vino tinto, 20 pesetas; 2 de piña, 20 pesetas, dos cafés, 5 pesetas y el servicio, 15 pesetas. Todo este importante menú por lo que son hoy menos de tres euros.

En el año 1967 Casa Simón era un restaurante marinero, que trataba de salir adelante en aquella España de los planes de desarrollo. Casa Simón no figuraba aún en ninguna de esas guías especializadas, aunque al otro lado de la ría ya se empezaba a hablar de él.

Años más tarde de su estancia en Cangas, Miguel Ángel Romero pudo leer en un periódico o revista, no lo recuerda muy bien, como el cantante Julio Iglesias había cogido su avión para ir a comer a Casa Simón. Esto reforzó su autoestima. Mejor no le había podido salir su elección de viajar a las ría de Vigo en su luna de miel.

También recuerda Miguel que fueron a Marín, a donde había llegado el buque escuela "Juan Sebastián El Cano", y que tuvieron oportunidad de visitarlo. En ese afán por descubrir , la pareja cogió el barco de Moaña y decidieron seguir a la gente que emprendía camino hacía Domaio. Era la fiesta de San Benitiño. Miguel Ángel Romero es hoy en día un hombre jubilado después de trabajar casi toda su vida de funcionario en la Diputación de Vizcaya.