La conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, es política pero también técnica y en lo que respecta a los plazos de adjudicación de las obras de conversión del corredor do Morrazo en autovía, ha llegado a cumplir de forma matemática. Hace unos meses había nunciado que para julio estaría adjudicado el tercer y último subtramo de la primera fase del desdoblamiento del corredor y así ha sido. La última parte de la obra, de 3,8 kilómetros, desde el viaducto da Fraga, en Meira (pk 7+300), hasta el primer enlace a Cangas (pk 11+150), ha sido adjudicada a la Unión Temporal de Empresas UTE formada por Construccións, Obras e Viais (Covsa) y Taboada y Ramos,, que obtuvo la mejor puntuación total ponderada -96,02-de entre las 17 empresas que se presentaron a la contratación. La obra fue adjudicada por 13,6 millones de euros y tiene un plazo de ejecución de 24 meses. La UTE no fue la que presentó la mejor oferta económica, pero sí la que obtuvo la mejor puntuación técnica. La obra había salido a licitación por importe de de 15.047.706 (sin IVA) o 18.207.724 (con IVA).

La intención es que en el mes de julio pueda empezar la obra, con lo cual ya estarán en construcción los tres subtramos de la primera fase del desdoblamiento del corredor -los dos primeros empezaron en octubre de 2015 y primavera de 2016, respectivamente.

La baja de la oferta económica en este tercer subtramo ha sido de 3,7 millones de euros, en la mism a línea que las de los dos anteriores que fue de 3,6 en el caso del subtramo I, que ejecuta Copasa; y de 3,5 en el segundo, que realiza Dragados. Estas dos empresas se presentaron a este último proceso de licitación, pero no consiguieron la puntuación.

Viaducto da Fraga

El proyecto de construcción implica en este tramo el desdoblamiento del viaducto da Fraga, de 307 metros de longitud, con siete pilas y ocho vanos, dos de ellos de 42,50 metros y los seis restantes, de 38,60. El desdoblamiento se realizará por la zona interior, de tal forma que visualmente quedará por detrás del viaducto actual. En el proyecto se procuró que las nuevas pilas queden visuklmente en línea con las existentes, aunque la geometría del cauce del río da Fraga impide situarlas enfrentadas con las del actual, de ahí que en la primera parte del viaducto, las pilas no irán alineadas.

La actuación también implica una remodelación parcial de los enlaces de Meira (donde se inicia la obra) y de Moaña, así como actuación de rehabilitación del firme en el enlace de Cangas, la ampliación de dos pasos superiores y cinco inferiores, a lo que hay que sumar la reposición de una pasarela peatonal metálica.

Con esta última obra, la primera fase de conversión del corredor en autovía -con un total de 11,1 kilómetros- estaría acabada en el verano de 2019. La previsión de la Consellería de Infraestructuras es que los dos primeros tramos estén concluidos en la primavera de 2018 teniendo en cuenta que la conclusión del primero se ha tenido que retrasar siete meses por la modificación del trazado del túnel de Montealgre, para no afectar al castro que está encima del actual y que se abrió precisamente con la construcción del corredor en 2015 para su salvación. Hay que recordar que para la modificación de este trazado que implica la ampliación del túnel en lugar de construir otro gemelo, el corredor tendrá que cerrarse en su totalidad al tráfico durante esos siete meses, a partir de octubre, y sin reaperturas en Navidad.

El primer subtramo de la autovía, de 3,2 kilómetros de longitud, entre el inicio en la rotonda de Domaio y el enlace de San Lorenzo, está muy avanzado. Ya se desdobló el viaducto da Moura, de 408 metros, y en septiembre se colocará la pérgola del nuevo viaducto de acceso directo a la autopista AP-9 y puente de Rande. El segundo subtramo ha tenido el hándicap de los elevados desmontes que han tenido que eliminarse con muchas voladuras, lo que obligó a dos cierres prolongados del corredor y otros parciales, que se suceden con una media de 1-2 veces a la semana durante dos o tres horas.