Un coche calcinado, por razones que investiga la policía judicial, varios más afectados por el calor y el edificio de tres plantas desalojado para evitar la inhalación de gases nocivos, aunque ninguno de ellos precisó atención médica. Eran las ocho y media de la mañana y algunos vecinos del edificio número 30 de la calle Longán, en el entorno urbano de Cangas, percibieron que salía humo de los garajes y dieron aviso a los servicios de emergencias. "Los agentes de la Policía Local apenas tardaron cinco minutos en llegar", relata uno de los residentes, que aún tuvo tiempo para sacar su vehículo y estacionarlo en la calle, mientras al lugar iban llegando también efectivos de la Guardia Civil, Emerxencias-Protección Civil y tres dotaciones de Bombeiros do Morrazo, que entraron a los garajes con equipos de respiración autónomos, así como una ambulancia con técnicos del 061, que no tuvieron que intervenir.

El incendio se originó en el sótano -3 del inmueble, dedicado a garajes que dan servicio a las viviendas del edificio y de otro contiguo que carece de plazas de aparcamiento. El fuego no alcanzó a las plantas superiores, aunque sí la acumulación de humo y gases, lo que impidió retirar otros vehículos a una hora en la que muchos vecinos iniciaban su jornada laboral, viéndose obligados a utilizar un medio de transporte alternativo. Además, se dieron instrucciones de cerrar las ventanas en edificios colindantes para evitar filtraciones de gases tóxicos, aunque al mediodía se permitió entra a algunos de ellos, tras ventilar las dependencias. A las dos de la tarde se levantaron las restricciones de acceso a las viviendas, según confirmaron los vecinos.

Agentes especializados de la Guardia Civil trataban de determinar ayer por la tarde el origen del fuego, que algunas fuentes sitúan en un trastero del sótano -3 y otras en el maletero de un coche, un Seat antiguo cuyo propietario estaría ausente. El vehículo quedó completamente calcinado y las llamas afectaron también a la instalación eléctrica, lo que provocó que las bombas de achique dejaran de funcionar y se acumulara agua en el sótano inferior, dificultando el acceso y los trabajos del operativo. A primera hora de la tarde llegaron un electricista y un fontanero y esos servicios pudieron reponerse, señalaron varios residentes.

Aparatoso despliegue

El despliegue de medios en la calle Longán, con tres vehículos del parque comarcal de bomberos (un camión de primera intervención, un nodriza y una pick-up), una tanqueta del servicio municipal de Emerxencias-Protección Civil, una ambulancia y los coches de la Guardia Civil y Policía Local, obligaron a cortar el tráfico desde el cruce con la Avenida de Ourense, aunque los agentes permitieron la circulación en sentido opuesto. El suceso despertó expectación entre el vecindario y los transeúntes, que repasaban otros incendios similares ocurridos en garajes en los últimos años y especulaban sobre las causas. "O máis importante é que non lle pasara nada ás persoas, o demais ten arreglo", razonaba una pareja de vecinos del inmueble.