Obradoiros de plástica o cocina, meriendas y comidas de confraternización, música, magia, actuaciones, pero sobre todo, muchos juegos y el agua como protagonista. Es lo que ofrecieron las fiestas de fin de curso en los centros escolares de la comarca, en uno de los días más felices para los más pequeños.

Se trataba de salirse de lo habitual, de la rutina llevada a lo largo de muchos meses. Castrillón, Nazaret y A Torre-Cela optaron por una fiesta del agua como acto central, a la que el centro buenense le añadió una comida preparada por el Anpa. En Montemogos-Beluso y en Abelendo hubo espacio para algún acto de graduación y en Domaio se repartieron las tareas, con jornada de playa y merienda para varios cursos. Reibón apostó por los juegos y obradoiros para pintar camisetas o realizar tatuajes y los alumnos de A Pedra se acercaron al Centro Social do Mar para realizar una representación. Actuaciones en Espiñeira, bailes en Quintela... La jornada ofreció un poco de todo para bajar el telón del curso.