A última hora de la tarde Cangas celebró su procesión del Corpus Christi. Tras semanas de trabajo se extendieron alfombras coloridas por todo el casco vello. Se habilitaron hasta seis altares en plazas como los eirados do Sinal y do Costal. El principal se ubicó en la Alameda Vella. Las voluntarias trabajaron durante las 24 horas previas en unas alfombras que también eran visibles en el paseo de Eugenio Sequeiros. Participaron también las cofradías con sus estandartes. En Coiro se celebraron las tradicionales comuniones y también hubo alfombras y procesión en el entorno de la iglesia de O Hío y en la carretera del muelle de Aldán.

En Moaña la jornada se centró en la parroquia original. La procesión recorrió las alfombras rodeando el cruceiro del barrio de San Martiño para regresar al templo románico. El intenso calor hizo que acudiesen efectivos de Protección Civil, pero no tuvieron que intervenir por ningún problema.

En el caso de San Martiño, unos 25 vecinos, en su inmensa mayoría mujeres, han empleado unos 20 días en confeccionar las alfombras, casi todas de temática religiosa. Utilizando pétalos de rosas, hortensias y otras flores de época decoraron las sendas más largas con motivos florales.

Las alfombras más llamativas contenían imágenes religiosas. A la salida principal del templo se encontraba una representación de la Sagrada Familia, y en el "atrio baixo" una imagen de la Virgen. Por primera vez utilizaron también conchas de berberecho. Además, también acudieron a la arena tintada para ejecutar un vistoso símbolo celta.

Las voluntarias que se encargaron de esta muestra de arte efímero dibujaron todas las representaciones con tiza la noche del sábado. Esta mañana confeccionaron las alfombras desde las seis de la madrugada. Las organizadoras agradecieron el apoyo del Concello y de la Xunta de Montes.