La alcaldesa de Marín, María Ramallo, garantizó durante el pleno municipal de ayer la continuidad de la oficina de Correos de Seixo. A raíz de una moción presentada por el Marea Veciñal alertando sobre la posible desaparición de la oficina, la regidora destacó que todas las personas a las que había consultado le informaron que el local auxiliar de la parroquia marinense no corría riesgo de cierre. "Hablamos con todos. Desde Correos nacional hasta su delegación en Galicia, pasando por los empleados. No hay previsto ningún cierre", informó Ramallo.

Sin embargo, las explicaciones de la regidora no convencieron a la oposición. El líder de Marea, Aarón Franco, destacó que no se fiaba de las gestiones de la alcaldesa: "Usted nos aseguró que ya había hecho todo lo posible en otros muchos casos, como la ambulancia. Y mire el resultado final. Su gestión no funciona porque se ríen de ustedes. ¿Cuándo van a dar un golpe encima de la mesa?".

Ante la moción, el PP presentó una enmienda justo antes de comenzar el pleno al entender que el texto "mezclaba en su parte expositiva demasiadas cuestiones como el pabellón o el mercadillo de Seixo" para acabar pidiendo "el voto a favor" de la permanencia de la oficina de Correos..

Esta enmienda de última hora fue muy criticada por la oposición, que incluso pidió ejecutar una suspensión temporal del pleno para estudiarla. La portavoz del BNG, Pilar Blanco, criticó que el Partido Popular presentase una enmienda a la moción "en el último segundo". "Tuvieron dos comisiones y no les interesó hacerlo. De hecho, lo hacen ahora porque les duele la parte expositiva. Si ahora presentan este texto es porque no tienen tan claro la permanencia de la oficina. Hablan de que las personas con las que contactaron incluso pudieron venir al pleno a dar explicaciones. ¿Por qué no vinieron finalmente? Nos encantaría escucharlas", criticó Blanco.

En cuanto al servicio de basuras, se informó que la empresa con más puntos en el concurso público fue Recolte Servicios y Medioambiente, que pasará a ser la concesionaria. Pese a estar en contra de los pliegos de condiciones, el PSOE se abstuvo en la votación del dictamen, algo que agradecieron los populares. Mientras, Marea y BNG votaron en contra. Ambos dejaron claro que la mejor opción pasaba por "municipalizar" el servicio para ahorrar costes. Para Franco, "los vecinos de Marín tendrán que pagar una hipoteca de ocho años, porque haciendo los cálculos, el importe crecerá 350.000 euros. Es decir, un 30% más".

Asimismo, Marea criticó el hecho de que "no se tuviese en cuenta el criterio geográfico" en el concurso y lamentó la elección de una empresa "que vulnera los derechos de los trabajadores", como se demostró en los juzgados. Franco destacó que este contrato era el de "Alí Babá y los 40 ladrones", es decir, "un escándalo que acabará siendo el nicho del PP".

Por su parte, Blanco destacó que era "un paso atrás" pero que al menos "se mantienen los puestos de trabajo gracias a la presión de la oposición y de los propios trabajadores".