La auditoria técnica realizada entre finales de 2016 y principios de 2017 para comprobar el estado de salud del Concello de Bueu ha desembocado en la redacción de un proyecto de reparación y mejora valorado en cerca de 50.000 euros. El gobierno local presentará el expediente este mismo mes a una convocatoria de ayudas de la Diputación de Pontevedra destinadas a la recuperación y conservación del patrimonio. El gobierno local y los técnicos entienden que esa línea de ayudas se ajusta perfectamente al caso, sobre todo teniendo en cuenta que el consistorio es un edificio ya centenario (se inauguró hacia 1910).

El proyecto se divide en dos partes. Una centrada sobre la estructura del edificio y otra má enfocada a realizar mejoras complementarias. El diagnóstico se encargó ante la sospecha fundada de que las sucesivas ampliaciones acometidas en los últimos años podían haber afectado a una estructura que no estaba concebida para soportar tanto peso como el actual, sobre todo en lo que se refiere a la planta alta. En un primer momento se apuntó la necesidad de reforzar la cimentación a través de dos vías: la primera es ampliar las zapatas de la cimentación y la segunda la inyección de una resinas especiales que se mezclan con el subsuelo arenoso para convertirlo en firme. El consistorio, al igual que muchos edificios de Bueu, se asienta sobre un terreno arenoso y de limos. No obstante, finalmente y por indicación del arquitecto municipal solo se acometerá la ampliación de las zapatas. Eso sí, también se reforzarán las pilastras de la planta baja que descargan el peso de las plantas superiores. Actualmente los capiteles sobre los que descansan los arcos de la planta baja están soportando una gran presión y para evitar una mayor comprensión se colocarán unas abrazaderas o anillos metálicos.

El estructura de madera del techo de salón de plenos, que es la que sostiene la planta alta, era otra de las preocupaciones. El análisis reveló que la madera se encontraba "casi" en perfecto estado pese a sus más de cien años. Los puntales están apoyados sobre las paredes y lo que se hará es colocar una estructura metálica para que descansen sobre ella y evitar que se puedan descolgar. Esta estructura se colocará en el margen derecho del salón de plenos.

La segunda parte del proyecto es la mejora interior, sin afectar a la estructura del edificio. En el caso de la planta baja se suprimirá el mostrador que existe en el departamento de Intervención y Tesorería. El objetivo es ganar espacio y contar con una estancia más diáfana, explica el edil de Urbanismo, Martín Villanueva. Con ese mismo objetivo se procederá a tirar un tabique de madera y una pared en el departamento de Urbanismo (la que separa las dependencias de la recepción de la antigua Alcaldía). Mientras, en los laterales del salón de plenos -donde ahora mismo aín se ven las aberturas realizadas para hacer las catas de las vigas- se aprovechará para colocar un falso techo para instalar un sistema de iluminación. Otro de los problemas detectados durante la auditoría es la filtración de humedades, por lo que se impermeabilizarán los canalones exteriores que recogen el agua de las pluviales. Todo esto se debe complementar con una redistribución del peso de la planta alta para liberar la parte central y acercar el mobiliario más pesado a los muros de carga.

El proyecto ya está redactado y se presentará antes de finalizar junio, que es la fecha límite para optar a las ayudas. "A casa consistorial é un edificio importante e relevante, cremos que reúne as condicións necesarias. As reparacións non son urxentes, pero o prudente é aproveitar este momento", sentencia Martín Villanueva.