La Mancomunidade do Morrazo y la asociación Amigos da Terra escogieron la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, que se conmemoró ayer, para presentar la nueva campaña de sensibilización que se pondrá en marcha desde el ente supramunicipal. El objetivo es concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de aumentar los índices de reciclaje y reforzar la apuesta por el compostaje como medio para reducir el número de toneladas que se envían anualmente a Sogama y los costes que ello supone. La campaña es un primer paso que pone el foco sobre una directiva aprobada por la Unión Europea (UE) que obliga a los estados miembros a reciclar al menos el 50% de los residuos que se generan.

El lema escogido es "O Morrazo. Residuo mínimo" y según las técnicas de Amigos da Terra, Paula Vidal y María Durán, se enmarca dentro de la "cultura residuo cero", con actividades que se prolongarán a lo largo de un año. Uno de los ejes será el fomento del compostaje y para ello se repartirán un total de 150 composteros domésticos, 50 por cada ayuntamiento. El reparto comenzará a partir del mes de septiembre y en las próximas semanas se abrirá un plazo para que los vecinos interesados puedan inscribirse [se entregarán por orden de inscripción y están pensados para viviendas unifamiliares].

En la presentación de ayer estaban presentes el presidente de la Mancomunidade y alcalde de Bueu, Félix Juncal, y la alcaldesa de Moaña, Leticia Santos, acompañados por representantes de sus respectivos gobiernos [Cangas excusó su ausencia] y pusieron especial énfasis en el compostaje, tanto por el Plan Revitaliza que se desarrolla en conjunto con la Diputación como por el hecho de que la planta de A Portela está por fin en condiciones de producir compost. "Queremos concienciar a cidadanía para que os residuos deixen de ser un problema e pasen a ser un produto que ten un valor económico a través da reutilización e reciclaxe", subraya Juncal. La regidora de Moaña añade que el beneficio no es solo ambiental, sino también económico. Santos recuerda que el recibo que pagan los ciudadanos solo sirve para cubrir el coste de recoger los residuos de los contenedores y trasladarlos a la planta de A Portela. El transporte posterior a Sogama y su tratamiento deben abonarlo a parte los concellos con cargo a los presupuestos municipales. "Somentes no caso de Moaña ten un custe de cerca de 600.000 euros ao ano. Se logramos reducir as toneladas que enviamos a incinerar a Sogama poderemos liberar recursos económicos para atender a outros servizos", argumenta la alcaldesa. En la actualidad se estima que cada año se envían alrededor de 25.000 toneladas a Sogama. Una de las costumbres que contribuye a elevar esa factura y que los ayuntamientos intentan erradicar desde hace tiempo es la de arrojar en los contenedores verdes o de fracción orgánica los restos de podas o de siegas.

Para reducir los residuos orgánicos que se envían a Sogama se procederá al reparto de 150 composteros entre Bueu, Cangas y Moaña. "As familias lograrán reducir estes residuos orgánicos obtendo a cambio un abono de calidade, que é un recurso valioso para recuperar a fertilidade dos solos, montes queimados ou espazos naturais degradados", explican Paula Vidal y María Durán. Las familias que se acojan a esta iniciativa recibirán una formación previa y un asesoramiento técnico personalizado.

Esta campaña se pone en marcha con un presupuesto de unos 30.000 euros, que proceden de los fondos que la empresa concesionaria, Recolte, se comprometió en la licitación a aportar para este tipo de iniciativas de sensibilización. La duración será de un año y los primeros actos informativos serán a lo largo del verano en cada uno de los municipios que integran la Mancomunidade.