En el primer control pararon, soplaron y se fueron andando. Pero cuando tras cambiar de coche se encontraron con el segundo control decidieron tirar por el camino de en medio y escapar hasta que acabaron empotrándose contra una farola. Ésta es en resumidas cuentas la peligrosa aventura de dos vecinos de Bueu, que se saltaron un control de la Guardia Civil para protagonizar una huida por el centro de Bueu, sin respetar señales de Stop o de dirección prohibida, y que acabó contra una farola en el vial de la Praia de Beluso.

La historia comienza alrededor de las 2.00 horas de la madrugada del viernes al sábado. La Guardia Civil tiene montado un control de alcoholemia en la PO-551 a su paso por Bueu, a la altura del cruce de bajada hacia Petís y Pescadoira. Uno de los vehículos al que le dan el alto es un Citroën Xsara en el que viajan dos vecinos de Bueu. La patrulla solicita el desplazamiento de una dotación de la Guardia Civil de Tráfico con un etilómetro de precisión y tras realizar la prueba el conductor arroja una tasa de 0,40, con lo que supera el máximo permitido, que es de 0,25.

Los dos ocupantes deciden dejar el coche en lugar y se van andando. A su vez la Guardia Civil opta por mover su control y llevarlo a otro punto de Bueu, en concreto a la intersección entre Alexandre Bóveda y Pazos Fontenla, al lado de la farmacia de Banda do Río. Pasadas las 3.00 horas de la madrugada dan el alto a un Citroën Saxo que circula en sentido Bueu. El conductor en un primer momento se aproxima a la acera para detenerse, pero acto seguido acelera y se aleja del lugar. Tiempo suficiente para que la Guardia Civil reconociese a los ocupantes: eran los mismos vecinos del control anterior, solo que ahora habían intercambiados sus puestos a bordo del automóvil.

A partir de ese momento comienza una persecución por el centro de Bueu, en la que también colaboró la Policía Local, y que discurrió por Pazos Fontenla, Johán Carballeira y la Avenida Montero Ríos, hasta que el conductor del Citroën Saxo se metió en dirección prohibida por la calle Alexandre Bóveda. A continuación subió por A Ramorta y se metió por el vial de A Carrasqueira (por debajo del pazo de Santa Cruz) hasta llegar a Achadiza.

En este punto se incorpora a la PO-315 y baja en dirección a Bueu, aunque a la altura del cruce del puerto de Beluso gira a la izquierda para dirigirse a este lugar. Sin embargo, la huida no llegaría mucho más lejos. Prácticamente delante de la depuradora de moluscos que hay en la bajada a la Praia de Beluso los ocupantes del automóvil acabaron empotrándose contra un poste de la luz. El abrupto final a una larga noche.

Cuando los agentes realizaron el control al conductor arrojó una tasa de alcoholemia de 0,80, lo que supone más del triple de lo permitido.A ello hay que unir que tras comprobar la documentación del vehículo la Guardia Civil detectó que el coche carecía del seguro obligatorio, que estaba caducado desde hace seis meses.

El conductor del Citroën Saxo se enfrenta a un presunto delito contra la seguridad del tráfico puesto que superaba la tasa de 0,60 y es posible que también sea acusado de un segundo delito por la temeraria huida por las calles y carreteras de Bueu. Afortunadamente, a pesar del impacto contra la farola, no hubo que lamentar heridos ni daños personales graves.