Un pontevedrés ha aceptado una condena de seis meses de prisión por irrumpir en casa de su expareja, en Moaña, mientras ésta estaba durmiendo, cinco años después de que se hubiese roto la relación. El acusado, que fue pareja de la mujer durante seis años, reconoció en el juicio en la Audiencia de que el 25 de diciembre de 2015, poco antes de las ocho de la mañana, entró en la vivienda de la mujer abriendo una persiana y una ventana corredera del salón. Dentro, se dirigió al dormitorio de ella y permaneció sentado hasta que ésta se despertó y lo vio en la habitación.