La criminóloga Mar Garrigós desvela que esta secta está presente por toda América Latina, con gran fuerza en Colombia México, Brasil y Argentina. Además de las sedes en España, cuenta con ramificaciones en Francia, Italia y Estados Unidos. Apunta a que su financiación se nutre, además de las "donaciones" de los adeptos, gracias a subvenciones a las que acceden al estar registrados en el Ministerio del Interior como asociación religiosa o de culto. Su domicilio social se encuentra en Sant Salvador de Guardiola (Barcelona). Como en la gran mayoría de sectas, la estructura interna de esta organización de "Gnosis" es piramidal y autoritaria, pudiendo mantener la coerción y estructuras dominantes en sus adeptos.

Sus actividades se centran en lo que denominan "charlas culturales", con las que pretenden tratar temas pseudocientíficos como la psicología de la autorrealización, la numerología, la alquimia o la magia mística, junto a interpretaciones peregrinas de la antropología y las culturas antiguas. Los expertos señalan que su temática varía en función del país y que los conferenciantes carecen de todo conocimiento de los temas a tratar, sin aportar más datos de lo que la secta les ha trasmitido a través de los textos del fundador.

Los que se adentran en la secta pasan por tres etapas de iniciación. En el primer nivel participan en las charlas gratuitas como las desarrolladas en Cangas. Los adeptos pueden llegar a participar en algún retiro en el campo. En el segundo nivel, los líderes explican la "doctrina gnóstica" y proponen que, siguiendo esta disciplina, el ya iniciado podrá superarse espiritualmente. Si el candidato muestra su acuerdo con los principios explicados deben participar en una serie de conferencias que pueden superar la treintena durante un período de 18 meses.

En el tercer nivel comienzan sus rituales en sitios cerrados. En otros países se documentaron rituales con túnicas celestes y en los que las mujeres se cubren el rostro con velos.