Las nasas han invadido poco a poco a lo largo de estos días la explanada del puerto y la lonja de Bueu. Es la señal inequívoca de la llegada de la veda del pulpo, un parón de mes y medio que afectará a prácticamente la mitad de la flota buenense, que tiene en el cefalópodo una de sus principales fuentes de recursos. La última campaña ha sido en líneas generales positiva para las cofradías de O Morrazo, que han cerrado estos más de diez meses de trabajo con un incremento superior a los 100.000 kilos en las capturas y de más de 700.000 euros en las ventas. Una vez más Bueu marca esa tendencia, con un aumento de más de medio millón de euros en su facturación, que pasa de 1,5 millones de la campaña 2015/16 a más de 2,1 millones en la actual [la campaña va desde principios de julio hasta mediados de mayo].

La sensación entre la flota es que la temporada recién concluida ha sido buena, pero con algunos matices. Hasta el mes de enero las capturas fueron muy buenas, pero la cosa empezó a cambiar a partir de febrero. "Fue con el enfriamiento del agua debido a los temporales que vinieron en esa época. Cuando el agua enfría y el pulpo está ovado ya no sale tanto a comer, se queda como escondido", explica pie de puerto Miro, armador del "Nueva Yolanda" de Bueu. También expresa otra de las sensaciones que tienen más naseiros: "La veda hace falta, pero a lo mejor tenía que ser antes, entre febrero y marzo o entre marzo y abril, que es cuando está ovado. Ahora ya está más completo y con el calentamiento del agua empieza a salir de nuevo".

El puerto de Bueu sigue siendo uno de los referentes en Galicia en cuanto a capturas y comercialización del pulpo. En esta campaña se descargaron más de 325.000 kilos frente a los 235.200 del año pasado, lo que a su vez significó pasar de facturar 1,5 millones a más de 2,1 millones. Los mejores meses fueron entre julio y diciembre, siempre por encima de los 30.000 kilos. Mención especial merecen los de octubre y noviembre, con 48.500 cada uno.

A partir de enero esas cifras descienden notablemente y el mejor ejemplo fue marzo, cuando apenas se llegó a los 9.000 kilos. "Desde febrero hasta ahora se notó una disminución considerable. Suele pasar, aunque no siempre es así y coincide con el momento en el que las hembras están ovadas", apunta el patrón mayor de la Cofradía de Bueu, José Manuel Rosas. Uno de los aspectos más positivos fue el "preciazo" de venta que se alcanzó en algunos momentos, llegando hasta los 11 euros el kilo y moviéndose en un importe medio superior a los 7 euros, algo que se considera muy positivo.

En la lonja de la Cofradía de Aldán-O Hío también se notó una mejoría con respecto a la anterior campaña. De hecho las capturas prácticamente se doblaron: casi 35.000 kilos frente a los más de 60.400 de la temporada recién concluida. Con estas cifras, la facturación pasó de casi 224.000 euros a superar los 390.000.

La única lonja en la que se registró un descenso fue la de Cangas. Si en la campaña 2015/16 se subastaron cerca 130.000 kilos, con unos ingresos superiores a los 850.000 euros, en la temporada 2016/17 las capturas no llegaron a los 120.000 kilos y la facturación fue de 782.600 euros. Eso sí, los precios fueron mejores y el pulpo se llegó a cotizar a 12 euros.

La entrada en vigor de la veda obliga a que los barcos recojan sus cientos de nasas, que durante la campaña permanecen caladas en el mar, y las lleven a puerto. La vuelta al trabajo está prevista para el lunes 3 de julio y antes de esa fecha la Consellería de Mar debe dar respuesta a algunas de las peticiones que presentó el sector. Una de ellas es la supresión de la identificación individual de cada nasa y limitarla a las cabeceras de las caceas, algo que el departamento autonómico parece dispuesto a aceptar. Otra de las demandas es que se establezca un tope lineal en las capturas máximas autorizadas. En la actualidad, de julio a septiembre el tope máximo es de 30 kilos por tripulante y otros 30 por el barco, mientras que entre octubre y mayo ese límite es de 50 kilos. El sector pidió a través de la federación provincial la unificación y que esa cuota fuese de 50 kilos todo el año. La intención mostrada, al menos de forma verbal por la consellería, es mantener los 30 kilos en julio y agosto y autorizar los 50 kilos a partir del mes de septiembre.