Cristina Sánchez-Corral Mena (Madrid, 1965), asumió recientemente el puesto de notaria de Moaña que estuvo 7 meses vacante desde la salida del anterior notario. Ejerce desde el año 2004 y llega a la villa tras trabajar en los últimos años como notaria en la ciudad de Mahón, en Menorca.
-¿Cuándo tomó posesión?
-Hace muy poquito, el 20 de abril. Fue necesario hacer una pequeña reforma y distribución en el local. El anterior notario -José Antonio Moro Álvarez- estuvo en Moaña unos dos años y medio.
-¿En dónde ha ejercido antes?
-Soy nacida en Madrid pero me he criado en Cataluña. He trabajado en el País Vasco, en Cataluña y en Menorca. No conocía Moaña. Al ver los concursos busqué, como tantos otros notarios, destinos en donde solo haya demarcada una notaría, como es el caso de Moaña. Vine a ver el lugar y nos pareció una zona muy bonita y con mucha calidad de vida. Cara el público abrimos hace 15 días. En Mahón teníamos ocho Notarías para solo 90.000 habitantes, hay mucho mejor ratio en Moaña.
-En estas dos semanas, ¿Qué tipo de asunto es el más común en Moaña?
-Sobre todo temas de herencias y testamentos. También los pactos de mejora, que es una figura para heredar en vida que hay en Galicia, con un tratamiento fiscal muy ventajoso.
-En Galicia en estos momentos no hay que pagar el impuesto de sucesiones para herencias directas con un patrimonio inferior a 400.000 euros. ¿En Moaña casi nadie tendrá que pagarlo, no?
-La gente no llega al tope. En estas dos semanas hemos hecho como cinco herencias y ninguna llegó al tope. Es muy difícil. La fiscalidad es muy favorable en Galicia para este impuesto. Es un impuesto cedido a las comunidades autónomas y varía mucho según la zona de España.
-¿El impuesto de sucesiones no está socialmente aceptado?
-Cierto. En según qué regiones hay muchas familias que trabajan en negocios familiares. Lo hijos han contribuido a crear ese patrimonio por el que luego tienen que pagar impuestos y plusvalías, por eso es muy contestado, pero en Galicia es muy favorable.
-¿Ha tratado en Moaña alguna concesión de créditos a empresas?
-Solo a particulares, de momento.
-Por su experiencia, ¿los bancos vuelven a conceder créditos a las empresas españolas?
-Sí. Lo que pasa es que cada vez las entidades de crédito acuden menos a la notaría. Firman documentos privados con el cliente y si no pagan deben acudir a un proceso ordinario, en vez de a la vía ejecutiva. Todavía hay crisis económica, pero se nota otro dinamismo comparado con antes en la concesión de créditos bancarios y en sus condiciones.
-¿Qué puede cambiar de trabajar como notaria en una villa como Moaña o en una gran ciudad?
-Sobre todo cambia, a nivel de prestación de la función pública, que normalmente en una localidad pequeña no ves grandes operaciones corporativas. Lo que son compraventas o testamentos, es igual que en una ciudad. Igual la enjundia de la operación es menor, pero depende, porque puede acudir aquí un residente por un asunto relacionado con una vivienda de Vigo. Pero sí que cambia el modo de trabajar. En las localidades más pequeñas el notario suele ser una persona más cercana. No vienen a consultar solo temas notariales, a veces haces un poco de psicólogo, sobre todo si vives en el mismo pueblo. En tan poco tiempo ya me empieza a saludar la gente por la calle.
-¿Le llama la atención la herencia de terrenos de pequeña extensión en Galicia?
-Sí. En mis anteriores destinos estaba prácticamente toda la propiedad rústica inmatriculada, y aquí no. Pero cada región, incluso cada pueblo, tienen sus usos jurídicos. Lo importante es que funcionen. Aquí sirven porque no hay tanta conflictividad. Todos saben donde tiene sus terrenos pequeños. Este minifundio en otro sitio sería inconcebible porque no funcionaría.
