Si la terminal de contenedores de Vigo registrase una vez por semana una actividad como la de las últimas 24 horas difícilmente cerraría "un mes para olvidar", como así había etiquetado el presidente de la Autoridad Portuaria al pasado marzo por el acusado desplome de mercancías. Los seis buques que atracaron entre primera hora de ayer y esta mañana sumaron más de 1.200 contenedores, el mayor movimiento en una sola jornada en Guixar en lo que va de año.

La casualidad hizo que el barco de Hapag-Lloyd aumentase la concentración de portacontenedores ya programada por la terminalista viguesa. La escala ayer del Livorno Express representa el regreso de la naviera a Vigo tras dos meses de ausencia por las amenazas de huelga en la estiba que desviaron a Lisboa diez buques en total. Pero nada más entrar en la ría, el Livorno tuvo que aminorar la marcha a la espera de que quedase hueco suficiente para atracar en Guixar. Porque durante toda la mañana, la presencia de los cuatro barcos Wec Van Gogh, Contship Joy, MSC Uma y Jrs Capella hacía imposible la entrada de ningún otro más.

De esta intensa actividad, que continuaría hoy con la llegada del Elite, hasta los estibadores destacaron que necesitó de las cinco grúas "operando al mismo tiempo". Y esta imagen no es muy habitual ahora que Maersk trasladó parte de sus tráficos a Marín. "Entonces sí que había jornadas donde solo un buque movía hasta 900 contenedores", reconocen.

Desde la Autoridad Portuaria, aunque celebraron el movimiento de mercancías y barcos ayer en Termavi, valoraron los datos con cautela. Su presidente extrae como principal conclusión que "cuando no hay problemas, el Puerto de Vigo resulta atractivo a las navieras". Pero Enrique López Veiga no puede ocultar su preocupación a las posibles consecuencias de los nuevos paros previstos por los estibadores. "Me preocupa que por una huelga injustificada que tal vez ni llegue a celebrarse se ponga de nuevo en peligro la ruta de Hapag-LLoyd". Puso como ejemplo esta ruta directa con Canadá restablecida ayer al recalcar la labor desarrollada desde Praza da Estrela a la hora de convencer a los directivos de la armadora alemana para que reanudasen su escala en Guixar. "Siempre tuvieron la intención de volver, y ahora que lo hicieron, surge el anuncio de otra huelga. Espero que los sindicatos valoren que el daño que pueden hacer al Puerto podría ser irreparable", avisó.